El Mercado Central estrena instalaciones convirtiéndose en un elemento de unión con su entorno. Desde 1903, los residentes en Zaragoza y en los pueblos de alrededor encuentran en esta lonja un espacio compartido que promueve la creación de lazos sociales siendo un vínculo de ciudadanía y convivencia.

El Mercado de Lanuza cumple su papel en la ciudad y la reforma integral a la que se ha sometido va a permitir explotar dicha función. Un edificio en las correctas condiciones que regenera el espacio y sirve de sinergia entre otros lugares importantes de la ciudad. Siguiendo esta línea, el mercado tiene como objetivo ser un centro cultural que pueda albergar actividades como exposiciones o presentaciones. En definitiva, su nuevo aspecto posibilita presentarse a la sociedad aragonesa y sus autoridades como un espacio con el que contar para la agenda cultural de Zaragoza.