El sistema organizativo que requerirá la Exposición Internacional de Zaragoza 2008 podría guardar cierta similitud con el que se puso en marcha en 1992 en la Muestra Universal de Sevilla, según se desprende de las declaraciones realizadas hasta ahora por sus promotores.

El Gobierno del socialista Felipe González asumió el reto de organizar la Exposición Universal de Sevilla y, para ello, diseñó un modelo de funcionamiento con tres ejes principales: la sociedad estatal para la Exposición Universal Sevilla 92 SA, el comisario general de la Exposición y el colegio de Comisarios. La actuación de todos ellos dependía directamente del ministro de Relaciones con las Cortes y de la Secretaría del Gobierno. Y éste a su vez rendía cuentas al entonces vicepresidente, Narcís Serra.

La organización directa de la muestra de Sevilla pivotó en torno a la sociedad estatal y a su consejo de administración. El presidente ejecutivo del consejo era Jacinto Pellón, mientras que Emilio Cassinello fue nombrado comisario general de la Exposición Universal. Ambos altos cargos eran responsables de las relaciones institucionales y políticas. El comisario era la máxima autoridad en todo lo relacionado con la Expo. Rafael de la Cruz era el presidente de la sociedad anónima Cartuja 93.

Composición del consejo

El consejo de administración de la Expo que organizó la capital andaluza estaba compuesto por 19 miembros, en su mayoría miembros del Gobierno central. Algo que resultaba obvio puesto que fue la Administración central la que aportó mayor financiación pública al proyecto.

Así, entre los representantes de la Administración central, se encontraban el Secretario de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica, Inocencio Arias; el Secretario de Estado de Comercio, Miguel Angel Feito; el subsecretario del Ministerio de Cultura, José Manuel Garrido; el subsecretario del Ministerio del Portavoz del Gobierno, Miguel Gil; el director del Gabinete del Ministro de Obras Públicas y Transportes, Antonio Herrero y el Secretario General de la Vicepresidencia del Gobierno, José Enrique Serrano, entre otros.

Por parte de la Junta de Andalucía, eran miembros del consejo de administración los consejeros de Obras Públicas y de Economía, y también el entonces alcalde de la capital andaluza, Alejando Rojas Marcos. Dependían directamente del presidente ejecutivo de la muestra las direcciones generales de Operaciones, Proyectos, y Gestión y Administración. También se crearon como organismos adscritos al presidente ejecutivo una asesoría jurídica, un equipo de asesores, el departamento de programación, el gabinete del presidente y el de proyectos para 1993.

El primer reto de Aragón

En sintonía con el ejemplo de la muestra andaluza, el primer gran reto de la Exposición de Zaragoza será la constitución de la sociedad instrumental de la que formarán parte las tres administraciones implicadas: Gobierno central, DGA y Ayuntamiento de Zaragoza. A partir de ahí, comienzan las quinielas. Es evidente que la Administración central será mayoritaria puesto que aporta el 70% de la financiación necesaria. DGA y Ayuntamiento de Zaragoza sufragan el 30% restante a partes iguales. Respecto a los nombres, lo único claro es que Jerónimo Blasco, el gerente que ha logrado la candidatura, tendrá un cargo de primera línea.