Los zaragozanos volvieron a salir ayer a la calle para celebrar el triunfo de la Expo 2008, sin haber superado todavia la resaca del día anterior. Esta vez el corazón de la fiesta no estaba en la plaza del Pilar, sino en la sala Multiusos.

La cita era a las 20.00 horas aunque el espectáculo empezó antes en el Parque Primo de Ribera. El pasacalles del grupo Artea animó a todos cuantos se cruzaban a conocer "la ciudad del agua". Un pez de colores gigante que tiraba de un barco y varios seres encantados que bailaban y gritaban al ritmo de la percusión, mientras jugaban con el fuego, acompañaron a los más curiosos hasta el Auditorio.

Alrededor de 3.000 personas se acercaron a la sala para pasar un rato agradable y divertido en la fiesta organizada por la Sociedad Expo Zaragoza 2008. Los primeros en salir a escena fueron los Titiriteros de Binéfar. Ayer, esta compañía teatral aragonesa dejó las marionetas en los camerinos y ofreció una divertida actuación en la que las canciones tradicionales infantiles fueron las protagonistas. "Da gusto ver a los niños pasarlo tan bien", comentaba una señora mayor que bailaba con sus tres nietos.

Cuando todavía no había terminado su actuación --el reloj marcaba las 21.10 horas--, aparecieron entre el público el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, el presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, y el gerente del proyecto de la Expo 2008, Jerónimo Blasco. Pero no estaban solos. Les acompañaban varios diputados de las Cortes de Aragón y representantes de los grupos organizadores de la muestra.

"Hoy no es un día de discursos sino de celebraciones", dijo Belloch entre los aplausos del público. "Vamos a tener la mejor Expo de la historia", concluyó emocionado. Por su parte, Marcelino Iglesias aseguró que "Zaragoza se va a convertir en la mejor ciudad del mundo".

Pasadas las 21.30 horas, subió al escenario Angel Petisme. El cantautor aragonés comenzó su actuación con Donde muere la carretera . Pero lo mejor estaba por llegar. El tercer tema que tocó con su guitarra acústica fue El tranvía verde y contó con una colaboración muy especial, la del alcalde Juan Alberto Belloch.

La actuación de Petisme, de poco menos de media hora, fue la antesala del concierto estrella de la noche. Loquillo, el más rockero de todos los rockeros, o al menos el que lleva el tupé más auténtico, subió al escenario acompañado de sus cinco trogloditas. Con su habitual chulería, ofreció un concierto en el que hizo un repaso a los temas más conocidos de su carrera. Para algunas canciones, El Loco contó con la ayuda del músico zaragozano Gabriel Sopeña.

El colofón final lo dio la Bogus Band. Con el guitarrista José Luis Arrazola al frente, este grupo zaragozano enganchó al público con sus famosas versiones de otros conjuntos. Ellos pusieron el broche de oro a una fiesta en la que cientos de zaragozanos cantaron y bailaron orgullosos por vivir en la futura sede de la Expo 2008.