Ya sabíamos que se había chiflado por el tango en milongas nocturnas, que tuvieron hasta su propia liguilla de voleyball playero... Pero lo que no sabíamos de los trabajadores de la Expo es que llevaban tiempo organizando su propia copa de las naciones futbolera. Fue en el pabellón Siglo XXI, con un horario casi de discoteca (porque las competiciones se llevaban a cabo de once de la noche en adelante). Y esta semana se celebraron, como remate, los cuartos, las semifinales y las finales, para dar el premio y aplaudir al ganador.

Fueron cuatro equipos los que se disputaban este honor. El de Portugal, el de América Latina (conjuntamente, todos ellos), el de España y el Expo Team, que era todo un remix de trabajadores y responsables de la oficina del comisario y de departamentos varios. Y solo dos llegaron a la final, que ya, más que de discoteca, fue de after, porque empezó pasada la medianoche. Y no solo por el horario, sino también por la animación, porque allá que fue cada uno a animar a su clá.

Fue el pabellón de Croacia el que se había animado a organizar este encuentro. Su objetivo era hacer que los trabajadores de los diferentes espacios de la muestra se conociesen mejor (vamos, lo mismo que con las fiestas pero en plan sanote). Y, por eso mismo, Croacia se encargó de poner a los árbitros para que dirigieran los partidos. Un premio de consolación, porque no llegaron a la final.

De hecho, ellos mismos apostaban por el equipo mixto de las delegaciones de América Latina. Pero no pudo ser. Porque para algo España es campeona de la Eurocopa. Y, aunque fuera a través de la representación de su pabellón, ellos se llevaron el gato al agua para pasar a la final. Allí se enfrentaron con el Expo Team, que había vencido ante Portugal, pero ya no se pudo hacer más. Que por algo estos últimos son los emisarios de la organización interna de la Expo. Y también los que se proclamaron, con el sudor de sus goles, con la victoria final. El teniente de alcalde Manuel Blasco se encargó de entregar los premios del torneo internacional. Sin primas pero con medallas y un espaldarazo para la honrilla deportiva. Que nunca viene mal.