Guerra total. Así ha acabado el enfrentamiento institucional y político por el nuevo litigio del Puerto Viejo de Trieste, la sede escogida para su Expo 2008, que podría amenazar seriamente las aspiraciones de la candidatura italiana. El consistorio pretende ahora echar literalmente al Gobierno regional de la gestión portuaria, mientras la Liga Norte hizo añicos el consenso al retirar su apoyo a la muestra.

Una de las responsables de ese partido, Alessandra Guerra, anunció que no apoyarán la moción parlamentaria de respaldo a la Expo porque su celebración, dijo, supondría "otros veinte años de desinterés económico hacia Friuli" --parte de la región a la que pertenece la ciudad--.

Las fuertes discrepancias han pasado ya la barrera de las descalificaciones y los políticos italianos se despachan a sus anchas en los medios de comunicación tras hacer público el números dos de Exteriores, Roberto Antonione, la nueva causa judicial contra la reutilización del puerto.

Uno de los miembros del equipo municipal de Trieste, Maurizio Bocci (Fuerza Italia), arremetió ayer contra el presidente regional, Ricardo Illy, que lidera una coalición de izquierdas: "Fuera las patas de la región del puerto. No aceptamos que nuestro dique deba ser controlado y gestionado por la región. Deben ser los triestinos los que decidan su suerte".

Forza Italia acordó ayer solicitar un pleno extraordinario para "bloquear" la solicitud regional para gestionar las concesiones de las áreas públicas portuarias. En el trasfondo de la lucha está la operación inmobiliaria del Puerto Viejo, que se quiere recalificar con la excusa de la Expo.

Su compañero de Forza Italia (FI), Rossi, anunció que ya se dispone de una nueva regulación "en un cajón" para el Puerto Viejo que garantiza múltiples usos urbanísticos: "Veremos si la oposición aprueba nuestra moción en defensa de nuestra ciudad o respalda al gobernador".

El presidente regional también entró en escena tras ser calificado de neurótico por un senador de Forza Italia. Illy señaló que no iba a replicar a insultos y sugirió que el partido de Berlusconi no forma parte de la causa. "Hay quien no quiere la Expo ni la reutilización del Puerto Viejo", remarcó antes de rechazar el intento de expulsión del puerto.

Por su parte, la oposición se sumó a la guerra política abierta el fin de semana criticando a Forza Italia, al que acusó de "esconder" sus enfrentamientos internos atacando a Illy. También acusó al partido en el poder de encender "nuevas feroces polémicas" que ponen en "ridículo" la candidatura frente a la Oficina Internacional de Exposiciones (BIE).