El proyecto oficial de la Expo 2008 prevé garantizar la fluidez con la ejecución de accesos por todo el recinto, que se ubicará en el meandro de Ranillas. La candidatura quiere evitar las masificaciones, para lo que permitirá a los visitantes entrar por un embarcadero, por un puente pabellón peatonal, por una pasarela aérea y por dos puntos más convencionales situados en la avenida de Ranillas.

El coordinador técnico de la candidatura, Francisco Pellicer, explicó que también se baraja la implantación de pulseras magnéticas, de forma que sea más ágil el acceso y no se formen las tradicionales colas en cualquier evento de masas. "Los tornos metálicos son muy incómodos, por lo que estamos pensando en que será mejor el control magnético de acceso, como en el Centro de Historia de Zaragoza, en el metro o en algunos parques temáticos", señaló.

Uno de los accesos principales será el puente pabellón peatonal, que conectará el recinto con La Almozara, a 700 metros de la estación intermodal de Delicias. Será uno de las más utilizados, ya que está pensado especialmente para dar cobertura a los que acudan a la Expo en transporte público.

Pellicer incidió en que se quiere dar las máximas facilidades, por lo que se estudiará incluso habilitar una plataforma rodante similar a las de los aeropuertos entre el puente y la zona colindante a la estación del AVE.

PUBLICO Y MERCANCIAS El coordinador técnico de la muestra apuntó, no obstante, que la mayor afluencia de público se espera en la entrada prevista junto al futuro nudo del tercer cinturón con las avenidas de Ranillas y de Ruiz Picasso. Desde allí accederán también los camiones y furgonetas con material, que descargarán las mercancías en los grandes almacenes que se acondicionarán debajo de la gran plataforma de los pabellones. "En esta zona se habilitará también la aduana", añadió.

Los visitantes podrán también comunicarse con el gran parque fluvial del meandro de Ranillas gracias a la pasarela aérea que se construirá sobre la Ronda del Rabal, que desembocará junto a la Torre del Agua. Se espera que sea muy demandada, dado que estará conectada con uno de los dos grandes aparcamientos de la muestra.

Los ciudadanos que opten por acudir en barco deberán pasar por el mismo control que los que acudan a pie desde la avenida Ranillas. Lo primero que se encontrarán será los dos pabellones nacionales tras superar el desnivel del terreno con "rampas muy tendidas" que no supongan barreras arquitectónicas.

Francisco Pellicer enfatizó que el mismo interés por evitar aglomeraciones en los accesos guiará el diseño interior del recinto. Así, se pretende ejecutar una red de pasarelas a una altura intermedia de los pabellones para agilizar los desplazamientos. Los edificios también estarán unidos con una cubierta vegetal visitable.