"El objetivo ambiental que se propone para la Expo 2008 es que su celebración tenga un coste ambiental lo más bajo posible, tendiendo al coste cero". Esta declaración de principios consta en el proyecto oficial de la candidatura remitido a la Oficina Internacional de Exposiciones (BIE), ante la que se ha asumido el reto de contabilizar todos los recursos que se consuman con motivo de la muestra y ahorrarlo en la ciudad y su entorno para que, globalmente, no se produzca un impacto ambiental adicional. Los materiales que se empleen, así como la energía y el agua que se consuman serán las principales recursos que se tendrán en cuenta.

Para hacer realidad semejante reto, la candidatura creará una agencia, "dotada de la estructura, capacidad de gestión, financiación y recursos humanos precisos". Sus responsables no sólo llevarán a cabo una contabilidad exhaustiva de lo que se gasta sino que fijarán distintas posibilidades de ahorro, de rescate y eficiencia, "en los entornos de actuación de las instituciones organizadoras de la exposición".

La sociedad pública que impulsa la Expo 2008 está convencida de que existe suficiente margen de maniobra para lograr casi un coste ambiental nulo dada la implicación institucional en la mayor parte de las actuaciones de la candidatura.

´RECUPERAR TODO EL GASTO´ La pretensión es contabilizar desde los materiales de construcción hasta el consumo de papel o el plástico que se llegue a utilizar en los bares y restaurantes de la Expo. Se pretende rescatar hasta los litros de gasolina que empleen los coches para llevar a los millones de turistas previstos en el verano del 2008. Del reciclaje tan sólo estarán excluidos aquellos productos que sean ecológicos y los pabellones de terceros países para no complicar la participación.

La candidatura pretende abrir la iniciativa a todo el mundo, de forma que cualquier institución, empresa o ciudadano podrá aportar su granito de arena. "Sólo en el campo de la energía de la edificación, el ahorro puede superar el 30% sin necesidad de utilizar técnicas que no estén en el mercado, y lo mismo puede decirse del consumo de agua, que se reducirá en un 50%", apunta el proyecto.

Uno de los objetivos prioritarios de la sociedad de la Expo será fichar como colaboradores a los centros educativos. El proyecto apunta que su papel será "esencial" para la estrategia ambiental "por el aprovechamiento de su vertiente educativa y por su potencial como vector de penetración en los hogares".

En la lista de recursos incluidos en el rescate ambiental figuran todos los necesarios para las obras y actividades consignadas a cargo de la organización oficial de la Expo 2008, así como los utilizados en los espectáculos y en todas las tareas ordinarias de funcionamiento y mantenimiento, "incluyendo los gastos de iluminación, transporte, información y control de entradas".

La estrategia ambiental también contabilizará como coste a recuperar los recursos consumidos por los visitantes para trasladarse hasta Zaragoza y durante su estancia en la Expo 2008. En este último paquete se engloban hasta la vajilla, los envoltorios o los folletos.

SEGUIMIENTO ON LINE La pretensión de la sociedad pública de la muestra es que la evolución de los resultados se pueda seguir on line a través de los medios de comunicación "con la intervención de expertos y la explicación de los sistemas de ahorro".

Para dar más credibilidad a la iniciativa, la sociedad pública pretende auditar desde un principio la estrategia ambiental a través de una agencia independiente. "La auditoría emitirá informes periódicos sobre las previsiones y un certificado final, en el que se relacionará el conjunto de los recursos consumidos y rescatados", recoge la memoria.