No sabía nada de la Expo, pero bastó una llamada telefónica para que se implicara en el proyecto. Joaquín Romeo acudió junto a su hermano al pabellón Interpeñas, se convirtió en el primer voluntario de la muestra y en su primera semana fichó a más de 200 personas. Eran las fiestas del Pilar del 2003 y estuvo todas las noches en el stand instalado por la Asociación Promotora de la Expo 2008. "Nos lo pasamos mejor que nadie. Con el equipo, hicimos a más de 800 voluntarios porque la gente se apuntaba a un bombardeo", recordó ayer.

Este joven universitario de 24 años asegura a centenares de kilómetros de Zaragoza que la candidatura es el "empujón" que necesita la ciudad para salir de su letargo. Se encuentra de Erasmus en Holanda, en la Universidad de Vlissingen, y desde allí mostró su confianza a EL PERIODICO DE ARAGON de que la candidatura resulte elegida el 16 de diciembre. "Todo depende de la diplomacia, pero creo que tenemos el 70% de posibilidades de ganar. Nuestro tema, el agua y el desarrollo sostenible, es muy bueno y la ciudad está muy bien situada", explica.

Joaquín Romeo se hizo voluntario junto a toda la pandilla de amigos de su urbanización, El Zorongo. No hicieron falta muchas explicaciones porque enseguida vieron la oportunidad que suponía. "Sé que la Expo va a suponer un revulsivo y una importante inyección de dinero para infraestructuras después de años de dejadez respecto a otras ciudades. Zaragoza necesita un empujón", señala.

Para este estudiante de Empresariales, su implicación con la muestra no acaba con una firma en un papel o con el fichaje de decenas de nuevos voluntarios: "Me gustaría seguir colaborando en la difusión del mensaje de la Expo y poder vivir en directo la gran cita del 2008".