El complejo termal incluido en el proyecto de la Expo 2008 costará entre doce y quince millones de euros. Este es el coste estimativo que baraja la candidatura, que dispone de un primer estudio encargado a una consultora vasca que plantea levantar un balneario de cerca de 5.000 metros cuadrados de superficie dotado de todo tipo de servicios. El complejo, ubicado también en el meandro de Ranillas, contaría con un jardín anexo de casi nueve hectáreas, con lago incluido.

La construcción y gestión de este equipamiento lúdico correrá a cuenta de la iniciativa privada, por lo que habrá que convocar un concurso público. Así, no está garantizado que las instalaciones puedan abrir sus puertas a mediados de junio del 2008, la fecha escogida para la inauguración de la cita internacional.

El anteproyecto prevé dos espacios diferenciados. Uno de ellos se reserva para un área de baños tematizados "en las culturas romana, árabe y judía" y el otro, a unas instalaciones modernas. Ambos dispondrían de un mismo eje vertebrador, que sería el jardín, "con reminiscencias árabes, donde poder escuchar correr el agua y hacerla protagonista indiscutible". Como salas complementarias, se incluye un restaurante, una tienda y un gimnasio.

ELEMENTO DIFERENCIADOR La pretensión de las termas tematizadas es diferenciar al proyecto de la capital aragonesa de los existentes en el país: "Bajo esta premisa habría que escenificar, en base a sus diferencias arquitectónicas, espacios singulares que fueran contándonos de una forma muy somera la cultura del agua de las antiguas civilizaciones".

La consultora tiene muy claro que el usuario de las termas acude a descansar y a disfrutar del agua y de los tratamientos que se ofrezcan, por lo que la tematización deberá ser "superficial". Por ello, proponen la instalación de "pequeñas vitrinas" con utensilios de la época (o reproducciones) sin "interferir" en el recorrido.

OTROS USOS La zona propiamente termal se extendería sobre una superficie de 3.000 metros cuadrados. La zona deportiva, más convencional, ocuparía otros 800 metros cuadrados. En esta área se practicaría también yoga, tai chi o el método Pilates, según se apunta.

El anteproyecto defiende que la cafetería-restaurante, con unos 400 metros, tenga un acceso independiente y cuente con una ambientación árabe.

El edificio del balneario se completará con un jardín propio, cuya propuesta está incluida dentro del gran parque del meandro de Ranillas. Siete hectáreas se reservarían a la creación de una zona vegetal que invite a la relajación.