La mujer sigue ganando mucho menos que el hombre. Durante el último año esta brecha salarial ha variado muy ligeramente en el conjunto de la Unión Europea y ha caído al 16,2%, una décima menos que hace un año, según lamenta Comisión Europea, que alerta del estancamiento de la situación en la UE. En España la brecha es del 14,2%, dos puntos por debajo de la media europea.

Estas cifras, correspondientes a 2016, no son nuevas pero Bruselas ha echado mano de ellas con motivo del día europeo de la igualdad salarial que tendrá lugar el próximo 3 de noviembre. Esa jornada simboliza el día a partir del cual las mujeres dejan de cobrar en comparación con los hombres, cuando todavía queda un 16% del año laboral por trabajar. Dicho de otra forma, las europeas trabajan sin cobrar respecto de sus colegas hombres 59 días al año y 51 días en el caso de España.

"Las mujeres y los hombres son iguales. Es un valor fundamental pero las mujeres todavía trabajan dos meses más gratis en comparación con los hombres. No podemos aceptar esta situación más tiempo", han avisado las comisarias Vera Jourova, Marianne Thyssen y el vicepresidente Frans Timmermans. La fotografía en la UE no es homogénea y en algunos casos ha cambiado muy poco en la última década. La brecha salarial supera el 20% en cinco estados miembros: Estonia (25,3%), República checa (21,8%), Alemania (21,5%), Reino Unido (21%) y Austria (20,1%). Mientras tanto, siete Estados miembros cuentan con una brecha inferior al 10%. Es el caso de Rumanía (5,2%), Italia (5,3%), Luxemburgo (5,5%), Bélgica (6,1%), Polonia (7,2%), Eslovenia (7,8%) y Croacia (8,7%).

MOTIVOS DE LA BRECHA

Las razones de esta brecha son múltiples. Para empezar las mujeres suelen trabajar a tiempo parcial más a menudo que los hombres. Una de cada tres, según datos de la Comisión, reducen su jornada laboral frente a uno de cada diez hombres. Además, se enfrentan a un techo de cristal que no padecen los hombres -solo el 6,3% de los consejeros delegados de las empresas suelen ser mujeres- que escalan más alto y por tanto cobran más que ellas que, trabajan habitualmente en sectores peor pagados y son a menudo las que asumen la responsabilidad del cuidado de las familia.

Según las estadísticas de Bruselas, los hombres trabajadores dedican de media 9 horas a la semana en actividades del hogar o el cuidado familiar que no están remuneradas frente a las 22 horas que dedican las mujeres, unas cuatro horas diarias. A estos factores se suma el hecho de que las mujeres suelen protagonizar períodos inactivos más a menudo que los hombres -lo que tiene repercusiones directas en sus futuras pensiones- y que están más sobrerepresentadas en determinados sectores. “En algunos países hay ocupaciones predominantemente de mujeres como la educación o las ventas que ofrecen salarios más bajos que en las ocupaciones realizadas predominantemente por hombres”, señala la Comisión Europea.

BAJA PARENTAL

“No hay soluciones instantáneas para combatir esta desigualdad pero siempre hay formas de llevar a cabo cambios concretas”, sostiene la Comisión Europea que urge a adoptar las últimas propuestas que ha presentado en este terreno en los últimos meses para mejorar la conciliación familiar entre hombres y mujeres. “Es urgente que avancen”, avisan los comisarios sobre estas propuestas. “El pasado año solo uno de cada tres europeos pudo tomarse una excedencia por motivos familiares y solo cuatro de cada diez hombres lo hicieron. No es ni justo ni sostenible”, han añadido sobre la propuesta de directiva lanzada en 2017 y que introduce una baja de parternidad de 10 días en toda la UE.

El Ejecutivo comunitario ha empezado a realizar una evaluación de la directiva sobre igualdad de oportunidades y trato entre hombres y mujeres en el empleo -habrá una consulta pública en noviembre- y ha lanzado un plan de acción para frenar la brecha salarial en ocho áreas concretas con proyectos piloto que ha concedido hasta ahora 3,3 millones de euros. Además, quiere que el semestre europeo -el proceso de coordinación presupuestario en la Eurozona- incluya recomendaciones específicas sobre la brecha salarial.