Destacar la aportación de las mujeres que han utilizado la fotografía como forma de expresión artística con miradas propias sobre el mundo interior y exterior es el objetivo con el que el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) planteó en sus orígenes la exposición Mujeres fotógrafas en la colección del IVAM. Una muestra que desde el 29 de octubre y hasta el 15 de diciembre puede contemplarse en la sala de Pedro IV de la Aljafería de Zaragoza.

El presidente de las Cortes de Aragón, Javier Sada, inauguró ayer la exposición, que reúne una veintena de obras que muestra el trabajo de otras tantas destacadas artistas de la imagen del siglo XX, como Arbus, Lange o García Rodero.

El acto, en el que también intervino el comisario de la exposición, Josep Salvador, y contó con la presencia de la secretaria primera de la Mesa, Itxaso Cabrera, y el jefe del Servicio Gestor del Palacio de la Aljafería, Fernando Sanmartín, fue aprovechado por Sada para poner en valor la colaboración que mantienen las Cortes de Aragón con el Instituto Valenciano de Arte Moderno, y que, en esta ocasión, ha servido para cerrar un ciclo de cuatro muestras dedicadas a la creación artística de la mujer, que se inició con Ana Peters y su reflexión sobre lo femenino, para continuar con Carmen Calvo, que fue premio Nacional de las Artes Plásticas en 2013, y, más recientemente, con la obra de la fotógrafa argentina Grete Stern.

El presidente de las Cortes de Aragón remarcó la vigencia del convenio con el IVAM, a la vez que quiso mostrar su compromiso, «y el de la actual Mesa de las Cortes», con la cultura y la programación de actividades en ese ámbito, para que el que aseguró «un fuerte impulso» en próximos ejercicios.

Así, los visitantes podrán disfrutarhasta el 15 de diciembre de una veintena de obras que pertenecen al fondo del IVAM. En el catálogo de la muestra se pueden apreciar obras de Diane Arbus, Dorothea Lange, Eva Lootz, Concha Pérez, Cristina García Rodero o Cristina Iglesias, obras que plasman la introspección y el mundo exterior, el documentalismo urbano, el testimonio social, el lirismo y la significación de lo cotidiano.

La inclusión de la fotografía en las escuelas de artes alemanas en las décadas de los años 20 y 30 del siglo pasado permitió el primer contacto de las artistas con la fotografía. Son estas alumnas las que proponen una nueva objetividad con la que documentaron el patrimonio arquitectónico decadente del periodo entre guerras, la visibilización de la mujer en su vida cotidiana, la emancipación femenina, el consumo y la conversión de la fotografía en las últimas décadas del siglo XX en el elemento crucial para expresar la realidad.