La determinación de las mujeres para cambiar la sociedad y poner en el foco de sus gafas moradas la ansiada igualdad que hasta hace poco tiempo no se atrevían a reivindicar en público se ha afianzado este 2019 en una movilización multitudinaria que el 8 de marzo llenó las calles de ciudades de más de 170 países.

Si 2018 fue el año del "Me too" con el que las actrices del cine estadounidense empezaron a denunciar los abusos de la industria cinematográfica y envalentonó a las mujeres para convocar la primera huelga feminista coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo de este 2019 que está a punto de concluir ha consolidado esta fecha como una jornada de lucha contra el patriarcado y de reivindicación de derechos para más de la mitad de la población mundial.

Una fecha que ha llegado para quedarse porque la mayoría de las mujeres no está dispuesta a dejar sus gafas moradas y esa visión que les permite ver las desigualdades sociales existentes entre hombres y mujeres, y porque sigue habiendo razones para seguir mirando a través de ellas.

Porque sigue habiendo violencia contra las mujeres (sólo en España se han superado este año los mil asesinatos machistas desde que existen registros), violaciones y abusos, pero también desigualdades sociales y salariales, techos de cristal, necesidad de conciliar y repartir responsabilidades y cuidados, se sigue cuestionando y cosificando a la mujer y perduran los chistes y lenguajes machistas.

Y porque también este año partidos como Vox han entrado en las instituciones españolas y han dinamitado la unidad existente hasta ahora contra la violencia machista y han desempolvado, como estrategia de su ofensiva negacionista, eufemismos y argumentarios que estaban olvidados.

ARAGÓN POR LA IGUALDAD

Aragón y su capital son solo un ejemplo donde existen instituciones en las que se ha producido este boicot. Pero también lo son de un territorio en el que mujeres de distintos ámbitos de la sociedad continúan aportando su visión morada para evitar esa miopía que aún existe en torno a la igualdad de género.

Científicas, escritoras, actrices, músicas, activistas, médicas, directivas o deportistas aragonesas han aportado este año, en entrevistas con EFE, su punto de vista sobre el papel de las mujeres en aras a lograr una sociedad igualitaria, más acorde al siglo XXI, y han puesto de manifiesto las trabas que lo impiden y los retos que todavía tienen por delante en sus campos.

Las escritoras Soledad Puértolas o Luz Gabás; la atleta Carmen Valero; la organista Esther Ciudad; la investigadora Biola Javierre, la física Julia Herrero; la ingeniera Esther Borao; la directora teatral e intérprete Cristina Yáñez; la actriz Itziar Miranda; la presidenta del comité de empresa de PSA-Opel España, Sara Martín; o la directora del Hospital Militar de Zaragoza, la coronel Ana Betegón, son solo algunas de las que han compartido sus experiencias vitales.

Todas ellas han alcanzado en mayor o menor medida sus metas y mientras algunas han tenido que esforzarse más por ser mujer y compatibilizar su trabajo con una vida familiar o por venderlo mejor para lograr su sueño, otras han encontrado un camino más llano de lo que imaginaban en puestos tradicionalmente reservados a hombres.

Desde sus trabajos, cargos y responsabilidades aportan otra visión y tratan de educar y animar a acercarse a ellos a las chicas más jóvenes haciéndoles ver que tienen las mismas capacidades que los hombres para dedicarse a lo que quieran y que ellas mismas pueden servirles de referente.

La situación de mujeres en guerras y conflictos en las que son utilizadas como arma o en sociedades más tradicionales donde la igualdad está todavía más lejos la han acercado, entre otras, la fotoperiodista Judith Prat; la activista por la paz Carmen Magallón; Erika Chueca, que atiende con Médicos del Mundo a víctimas de trata, o la directora de la Fundación Secretariado Gitano en Aragón, Isabel Jiménez.

"ECLOSIÓN" DEL MOVIMIENTO FEMINISTA

También la secretaria de Asociación de Mujeres Latinoamericanas en Zaragoza "Inaru", la chilena Mónica Díaz, quien coincidía con muchas de sus compañeras en que queda todavía camino por recorrer, pero resaltaba que se está produciendo una "eclosión" del movimiento feminista en Latinoamérica.

Precisamente desde su país la canción "Un violador en tu camino", del colectivo feminista Las Tesis, se ha hecho viral en la recta final de este año 2019 y se ha convertido en un himno que también ha traspasado fronteras.

Ha sido interpretado (y readaptado a otros idiomas) por mujeres en países como Argentina, Venezuela, El Salvador, Estados Unidos, Francia, España, Grecia, Turquía, Túnez, Líbano, India o Japón, entre otros.

Es un ejemplo más de que mujeres de todo el mundo, en un movimiento global, plural y transversal, han decidido no callar más y dar un paso adelante que parece que no tiene vuelta atrás.