¿Acabo de llevar a mi hija a un cumpleaños sólo de niñas? ¿He hecho una distinción de género y sólo tiene cuatro años? Éstas son algunas de las preguntas que la actriz Itziar Miranda (Zaragoza, 1978) se plantea cuando habla de educación, consciente de que "en esto del feminismo" todos estamos aprendiendo, también ella, porque todos hemos recibido una educación machista.

Conocida por su papel de Manolita en televisión, Miranda quiso poner su granito de arena y suplir la falta de referentes femeninos con una colección de cuentos que ha acercado la vida de mujeres destacadas, pero invisibles. Hedy Lamarr, Jane Goodall, Amelia Earhart son algunas de ellas. Pronto, el de Concepción Arenal.

-Este proyecto comenzó en 2005 cuando apenas se hablaba de feminismo, ¿han cambiado las cosas desde entonces?

-Sí, es curioso porque cuando nosotros empezamos a publicar los cuentos y a ir a los colegios a dar charlas no podíamos hablar de feminismo, estaba mal visto. Había que hablar de igualdad. En cambio, ahora es todo lo contrario. Esta colección nació porque mi hermano, que estudiaba Historia entonces, se dio cuenta de que no había referentes femeninos.

-¿Fue su hermano quien se dio cuenta antes?

-Sí, mi hermano, un hombre, tuvo esa sensibilidad. Nosotros siempre decimos que las mujeres estamos doblemente invisibilizadas. Somos invisibles pero, además, el hecho de ser invisible es invisible a su vez. Nos dimos cuenta de que teníamos una misión, que era devolver a los niños y niñas, y a los más mayores también, todos esos referentes femeninos de los que nos han privado. Pero, sabiendo que en esto del feminismo, todos estamos siempre aprendiendo.

-Siempre aprendiendo, ¿a qué se refiere?

-Todos hemos tenido una educación machista, todos. Yo soy de 1978 y mi generación la ha tenido, pero a día de hoy seguimos teniendo hábitos heredados de una sociedad patriarcal y mis hijas siguen teniendo solo un siete por ciento de referentes femeninos en los libros de texto. Todos tenemos que desaprender micromachismos que hacemos sin darnos cuenta.

-¿Cómo se hace eso?

-Creo que todos tenemos que ser un poco más amables y no tan agresivos a la hora de identificar ciertos comportamientos machistas que tienen que ver con este sistema patriarcal porque todos estamos aprendiendo. ¿Acabo de llevar a mi hija a un cumpleaños solo de niñas? ¿Hemos hecho ya una distinción de género y tiene sólo 4 años? Tenemos que hacer examen de conciencia.

-Como feminista y madre de dos niñas, ¿cómo educa a sus hijas en la igualdad?

-Yo en casa no hago distinción de género, pero me planteo qué pasa luego en el cole. Hay un estudio que dice que los niños y niñas a partir de los cinco años empiezan a estereotipar la inteligencia como una característica masculina. ¿Por qué? Para mí la clave es que no hay referentes femeninos y nadie invierte en lo desconocido, oculto o excluido.

-Sus cuentos llenan ese hueco con mujeres muy desconocidas. ¿Para cuándo el de Concepción Arenal?

-Lo sacaremos en octubre. Concepción Arenal es la mujer más importante de España, es la primera feminista que luchó por los derechos de la mujer. El pensamiento de Clara Campoamor se lo debemos a ella, pero, sin embargo, es una gran desconocida. Cuando pregunto en los colegios quién fue esta mujer, no lo saben. Ni siquiera los profesores de nuestros hijos porque han tenido la misma educación que nosotros. Yo no sabía nada de las mujeres hasta que empecé a investigar.

-¿El éxito de estos cuentos están empujando a las editoriales a incluir más figuras femeninas en los libros de texto?

-Evidentemente sí, pero esto es un problema grave porque no es una cuestión de las editoriales. Son los currículos educativos los que marcan de quién hay que hablar en las asignaturas. Hay que hacer un examen de conciencia real porque hasta ahora ningún gobierno, y hemos tenido de todos los colores, ha cambiado esto.

-Hay estudios que indican que hay machismo también en las generaciones más jóvenes, ¿lo percibe así en las charlas que imparte en los colegios?

-Sí, porque los niños crecen creyendo que están en una situación de superioridad porque están rodeados de referentes masculinos. Cuando yo doy las charlas, al menos veo que toman conciencia y que se dan cuenta del problema.

-De la educación al cine, donde la edad se convierte en un inconveniente para muchas actrices que se sienten discriminadas, ¿se siente presionada en ese sentido?

-Yo soy una afortunada, porque llevo muchos años trabajando sin parar y tengo claro que no pienso tocar nada de mi cuerpo y de mi cara. Así, el día de mañana haré todas las abuelas del mundo. Quiero estar acorde con mi edad, no quiero parecer una jovencita ni mucho menos. Tengo cuarenta años y quiero tener cuarenta años, el que me quiera bien y si no, ya me buscaré la vida.

-¿Qué papel tienen las redes sociales en esto? ¿favorecen la imagen de mujer perfecta?

-A mí me preocupa mucho este tema. Veo a actrices maravillosas, consagradísimas que se hacen unas fotos en Instagram que no nos gustarían que nos las hiciera ni el mejor paparazzi del mundo, y las publican ellas mismas. Pero también sé de buena tinta que cuando están entre dos para dar un papel en una serie o una película, van a escoger a la que más seguidores tiene. Y esto es un problema, porque están haciendo esclavas de una red social a mujeres que tienen otros talentos mucho más interesantes.