María Dolores Lozano (Cieza, Murcia, 1966) es presidenta de la Asociación Española de Abogados de Familia (Aeafa) y habla alto y claro sobre los problemas del sistema de justicia. Defiende con vehemencia que se desligue el uso de la vivienda familiar de la custodia de los hijos para reducir la alta conflictividad de muchos divorcios. Pero hasta ahora ningún partido se ha hecho eco de esta demanda.

¿Cuáles son los problemas familiares que más frecuentemente se dirimen en los tribunales?

Divorcios, separaciones, modificaciones de medidas, guarda y custodia, filiaciones, adopciones, liquidaciones patrimoniales, herencias, el nombramiento de un tutor y luego está la violencia de género o doméstica.

¿Y cuáles de ellos se enconan más?

El cese de convivencia de las parejas cuando tienen hijos, por la guardia y custodia, ligado con la adjudicación de la vivienda familiar, que suele ser el bien patrimonial más importante. Todo ello da lugar a conflictos porque no tenemos una regulación adecuada a la realidad social. El Código Civil establece que quien tiene la custodia, tiene el uso de la vivienda familiar, pero hay situaciones en que es inviable que esta medida se aplique de manera automática. Y otro de los temas muy conflictivos es la violencia.

¿Son conflictivos la mayoría de los divorcios?

No, tenemos un buen índice de procesos de mutuo acuerdo. Lo que ocurre es que los procesos contenciosos tienen mucha conflictividad, por la falta de una regulación específica de custodia y uso de la vivienda familiar. La abogacía y la magistratura especializada llevamos mucho tiempo solicitando esa reforma pero ningún Gobierno pone las manos en la masa, porque es una masa que nadie quiere amasar; entre otros motivos por la oposición de un determinado sector de la población.

¿Qué sector?

El feminismo más radical, que tiene una idea equivocada sobre la custodia compartida o la reforma del uso de la vivienda, porque lo ve como una amenaza o una forma de maltrato a la mujer, y no es así. Hay una contradicción en sí misma. Se pide igualdad de oportunidades, coparentalidad, reparto de tareas... ¿Por qué entonces esa madre se opone a que un padre con capacidad para cuidar de sus hijos tenga a sus niños la mitad del tiempo? ¿Por qué las mujeres tienen que encargarse al 100% del cuidado de los niños? Eso aminora sus oportunidades. Es tirarnos piedras sobre nosotras mismas.

Pero ciertos padres piden la custodia compartida para no pasar una pensión o para hacer uso de la vivienda familiar.

Sí. Hay muchos padres y madres que lo hacen, pero también muchos progenitores que se oponen a la custodia compartida precisamente para no perder la pensión o la vivienda. Es decir, se dan las dos situaciones. Lo que hay que hacer es que un juez especializado estudie la petición en concreto y decida, desvinculando la custodia del uso de la vivienda mecánicamente, como ya sucede en la legislación catalana, donde se cubre la necesidad de vivienda de los integrantes de la familia, pero no necesariamente con la vivienda familiar. Imaginemos un padre que tenga la custodia, pero además cinco casas más. En aplicación del Código Civil español, el juez asignará al padre el uso de esa vivienda y la madre tendrá que irse a vivir a otro lado. Estas situaciones son más usuales de lo que parecen.

Pero en la mayoría de las situaciones la vivienda es para el padre que tiene la custodia.

Depende. Habrá muchas situaciones en la que efectivamente será así, pero no se puede pasar a todo el mundo por el mismo rasero. Una posible solución es que la vivienda se venda y se reparta el dinero entre los dos progenitores. Así, ese niño tendrá una casa con cada uno de sus dos padres. Lo que va en contra del interés del menor es que con uno viva en un casoplón y con otro debajo de un puente.

Cs propone una ley que se establezca que la custodia compartida sea la opción preferente. ¿Está de acuerdo?

Todos los sistemas de custodia son buenos siempre que se ajusten a esos niños en concreto. El quid de la cuestión no es dar preferencia a uno u otro sistema sino en coger el toro por los cuernos y modificar la legislación sobre la vivienda familiar, algo que no propone ningún partido. Si fuera así, la discusión sobre la custodia de los hijos disminuiría un 80% en los tribunales. Todo lo demás es poner en los programas electorales cosas que llaman la atención pero que no resuelven el problema.

En casos de maltrato, ¿es partidaria de que cuando se presente una denuncia se retire la custodia y la patria potestad?

No, salvo que en la investigación se encuentren indicios de riesgo para los niños. Entonces se pueden adoptar medidas cautelares para protegerlos. Cosa diferente es si hay una sentencia de culpabilidad, entonces el juez puede retirar la custodia y la patria potestad. La legislación ya lo permite, otra cosa es que faltan medios en todo el sistema de justicia.

¿Por qué ve necesario crear una jurisdicción específica en familia?

Porque hasta ahora se ha atribuido las competencias a determinados juzgados de capitales y de algunas localidades, pero no existen juzgados exclusivos en los pueblos o las audiencias. Esto supone una discriminación del ciudadano, que hace que los procesos duren mucho tiempo, dilaciones, falta de seguridad jurídica o de equipos psicosociales para la emisión de informes. Y eso que hay pocos equipos y tienen un retraso medio de año y medio. Es un completo desastre porque además no hay una ley que regule su formación e ingreso, más lo que tardan.

Con una jurisdicción específica, ¿bajaría el número de casos de violencia de género?

Totalmente. La abogacía y la magistratura especializada lo llevamos diciendo mucho tiempo. El propio sistema provoca situaciones de violencia. El dinero que se invierte en un lado, falta en otro. Es como si haces campaña contra el tabaco pero no pones medidas para que se deje de consumir.

En el Senado denunció que en el 95% de los litigios de familia los fiscales no aparecen. ¿Por qué?

Si hay un cuerpo con carencia de medios, es la fiscalía. No llegan a todo pero se continúa el proceso. En puridad esos procedimientos son nulos de pleno derecho, pero cerramos los ojos porque, si no, la justicia se pararía.