Miles de mujeres salieron este fin de semana a las calles de las principales ciudades australianas para protestar contra la violencia sexual y la desigualdad de genero además de para criticar la gestión del Gobierno frente a varios casos de abusos sexuales que han tenido lugar en el Parlamento del país. Se convocaron alrededor 40 marchas bajo el lema #March4Justice (marcha por la justicia). La más importante se celebró en Canberra, la capital del país.

El pasado mes de febrero, cuatro mujeres presentaron denuncias contra un trabajador del Ministerio de Industria por abuso sexual. Entre ellas está Brittany Higgins, quien denunció que el hombre la violó en la oficina de la ministra en el Parlamento, después de una fiesta en 2019 en la que participaron varios miembros del partido. El acusado fue despedido y el primer ministro australiano, Scott Morrison, se vio obligado a pedir disculpas por el comportamiento de su Gobierno con Higgins. Además de estos casos, también se ha destapado en las últimas semanas otra denuncia contra un legislador del partido laborista y, a principios de marzo, salió a la luz la acusación contra Christian Porter, fiscal general y principal asesor jurídico del Gobierno, quien confirmó que el año pasado fue denunciado por violar a una menor de 16 años con la que estudiaba en 1988. Porter ha negado su culpa y ha asegurado que denunciará a la cadena ABC por hacer pública la acusación.

Las mujeres del partido laborista, en la oposición, han abierto en una página Facebook para denunciar distintas situaciones de acosos y agresiones sexuales contra varios políticos del país. Asimismo, el Gobierno ha anunciado que abrirá una investigación independiente para estudiar las dinámicas de trabajo que se dan en el Parlamento. La investigación será liderada por Kate Jenkins, la comisionada de discriminación sexual, quien deberá entregar un informe con recomendaciones para cambiar las prácticas laborales internas.

"Ya es suficiente"

Sin embargo, la población australiana pide más, no solo quieren que se renueve la política, sino que buscan un cambio completo de la sociedad. No son pocas las voces que llevan ya un tiempo señalando a la cultura política como sexista. "El sistema está roto, el techo de cristal permanece en su lugar y hay fallos significativos en las estructuras de poder dentro de nuestra institución", explicó Higgins ante la multitud congregada en la capital este domingo. "Conté mi historia para, con suerte, proteger a otras mujeres", insistió.

Durante las manifestaciones se podían ver pancartas con consignas como "parar la violencia contra las mujeres", "compromiso con el cambio" o el lema "ya es suficiente". En las marchas también estuvo Grace Tame, nombrada australiana del año 2021 y superviviente de abuso infantil. "Los hombres no son el enemigo, sino los comportamientos corruptos. Cuando veáis o escuchéis de un abuso, denunciadlo, no tengáis miedo", subrayaba en la concentración que tuvo lugar en Tasmania.