El monumento en homenaje a las Trece Rosas, jóvenes asesinadas por el régimen franquista, volvió a ser el domingo 30 de septiembre escenario de un acto de homenaje, en el que la artista que coordina el proyecto de homenaje en el Parque José Antonio Labordeta de Zaragoza, Pilar Catalán, volvió a lamentar los reiterados ataques vandálicos a los que se ve sometido el monumento. Destacó que el tributo no solo es «justicia poética», sino «justicia política y social», para recuperar la memoria histórica «hasta que no quede ni una víctima en la cuneta».

El homenaje a Ana, Adelina, Blanca, Carmen, Dionisia, Elena, Joaquina, Julia, Luisa, Martina, Pilar, Victoria y Virtudes, fusiladas en el año 1939 cuando contaban con edades entre los 18 y 29 años, contó con la asistencia del alcalde de Zaragoza, Pedro Santisteve, quien mostró su satisfacción por «una presencia femenina tan potente» en el acto. También opinó que «hay que ir trabajando» en memoria histórica, como demuestra la polémica por la exhumación de Franco.

Paralelamente, el Círculo Republicano Manolín Abad dirigía los trabajos de exhumación de Constantino Campo Arcas, asesinado el 1 de febrero de 1937 junto al cementerio de Huesca. Sus restos, a falta de confirmación por ADN, fueron hallados -la exhumación terminará el martes- junto a los de otros tres represaliados: Isabel Navarro, Mariano Mascuñana (o Bascuñana) y Andrés Oliva, cuyos familiares pueden contactar con el Círculo.

Los familiares de Campo, que era trabajador municipal, pidieron ayuda al Círculo, que ya había realizado otras tres exhumaciones en el camposanto oscense. Aunque no hay constancia oficial, la familia cree que lo mataron por enfrentamientos con caciques locales por los riegos.