Teresa Tolosana se convirtió el jueves en la primera mujer en ostentar la presidencia del Colegio Oficial de Enfermería de Zaragoza. Horas después del triunfo asegura que quiere compatibilizar, «al menos por el momento», el nuevo cargo con su trabajo como coordinadora de Enfermería en el centro de salud del Arrabal. «Me gusta mucho mi trabajo», asegura con rotundidad.

-¿Esperaba una victoria tan abultada?

La verdad que el resultado me sorprendió gratamente, porque pensaba que iba a estar mucho más reñido y tenía dudas, porque los otros compañeros también se han movido mucho. Siempre mantuve la ilusión de que podíamos ganar y al ver la gran cantidad de compañeros que votaron me sentí ya muy satisfecha.

-Es la primera mujer en ocupar este cargo en Zaragoza.

Es algo muy importante y ya era hora de que en el colegio por fin hablara en femenino. Entre el 90% y 95% de la profesión somos mujeres y asumo el cargo con mucha responsabilidad y como un gran reto. Espero estar a la altura y es importante que haya una mujer, pero eso no es lo único. Hay muchas cosas que cambiar.

-¿Qué propone?

En primer lugar hace falta una revisión interna, porque los estatutos son del 2004. Tenemos que hacer una puesta acorde a la realidad que está pasando ahora la Enfermería. Somos una de las profesiones mejor formadas del mundo, pero en competencias no se está sacando partido y quiero que tengamos un mayor reconocimiento. La enfermera puede hacer muchas cosas y si conseguimos que se avance en competencias, ganaremos todos: el sistema, los pacientes y nosotros.

-La presidencia ha estado ostentada durante 20 años por la misma persona y hay colegiados que se han sentido al margen de la institución. ¿El colegio va a ser más abierto y participativo ahora?

Se necesitaba un cambio. Sí he percibido de la gente que no estaban del todo contentos y quizás por eso hemos batido un récord de participación en las elecciones. En situaciones de crisis, como la que estamos pasando, es cuando más se crece y se mejora. Se puede ser legal y transparente, pero a lo mejor no ser ético, y ahí había diferencias. Quiero elaborar unas bases internas con la opinión que salga de los colegiados porque un colegio debe funcionar como quieran ellos. Creo que ahora se respira un momento de motivación porque también en el sistema profesional sanitario se están replanteando muchas cosas.

-Su equipo es variado y con un perfil más joven. Eso puede atraer también a los profesionales.

Sí, somos profesionales de todos los ámbitos. Creo que para dar una información buena y real, y ser la voz de todos, hay que tenerla de primera mano y por supuesto que eso nos puede hacer más atractivos para gente que no está colegiada o enfermeros del futuro. Estamos personas de Primaria, de hospitales, de ambulatorios o de centros privados. Es un equipo que complementa bastante bien todo el aspecto de lo que es la enfermería. No solamente somos personas que está en la uci, sino también en un pueblo atendiendo a una persona mayor o en áreas que van más allá de lo habitual. Somos, en definitiva, un grupo variado, rejuvenecido y que pretende dar voz a todos los sectores donde la enfermería actúa. Llevamos meses trabajando juntos, confío plenamente en ellos y sé que yo tengo una responsabilidad, pero esta es una de las cosas que me gusta del colegio: que no solo estoy yo, sino que hay un gran equipo que me ha demostrado que puedo trabajar con ellos y confiar plenamente.

-¿La han felicitado desde la DGA?

De momento no.

-¿Qué relación espera con la consejería de Sanidad?

Sé que el colegio no legisla, que son ellos, pero tengo muy claro que mi papel aquí es que nos tienen que escuchar. No se puede fijar una línea sanitaria sin que esta profesión, que somos el 60% del sector, no sea escuchada. Es fundamental contar con nuestra visión porque ofrecemos puntos de vista muy importantes que ayudan a no cometer errores.