La tradición continúa, aunque ha variado y se ha aligerado (en tiempo y en viandas). Pero las casas regionales, protagonistas de la Ofrenda de Frutos que inundó ayer las calles de Zaragoza, lo fueron también después de la recepción municipal, que es un clásico en las agendas. Un encuentro que encabezó el alcade de Zaragoza, Pedro Santisteve, junto a representares de todos los partidos políticos. Frente a ellos, los responsables de una buena representación de los hogares regionales.

El primer edil les agradeció a ellos su peso en la Ofrenda de Frutos y recordó el fin solidario de los recogido en el acto (que ayer fue distribuido por el Refugio para los comedores del Carmen, San Antonio y para Proyecto Hombre). Y el nuevo presidente de la Federación de Casas Regionales, José María Arilla, recogió el testigo considerando un honor este acto y recalcando cómo estos hogares apuestan por el hermanamiento antes de las diferencias. En el discurso, también hubo hueco para los problemas que obligaron a abrir 24 horas más tarde las casetas de su Feria de Gastronomía, en la plaza Aragón, animando a trabajar todos juntos «para que el año que viene no suceda». Clara Perales, de la Casa de Valencia, Jordi Oriol, de la Catalana, Elena Hidalgo, de Asturias, María Antonia Díaz, de la de Madrid, María Pilar Gutiérrez, de Teruel, Federico Tinoco, de Andalucía, Julián Redondo, de Extremadura... Todos estuvieron allí, arropando el momento. Y, cómo colofón, hubo actuación de Nostalgia Andaluza y Porque Somos Asina (de Cáceres)... Folclore y brindis. Con buenos frutos.