Centenares de personas, sobre todo jóvenes, se han dado cita hoy frente a la Plaza de Toros de la Misericordia de Zaragoza, coincidiendo con la hora de entrada de los aficionados al festejo de la tarde, para exigir la abolición de la tauromaquia.

La manifestación ha sido convocada por Amnistía Animal y ha transcurrido sin incidentes, más allá de algún cruce de reproches con algún aficionado a los toros que acudía a la plaza, que no han llegado a mayores dado que también un fuerte dispositivo policial separaba a animalistas y taurinos.

Al acto han acudido también personas procedentes de otros puntos de Aragón, como Huesca o Barbastro, y los asistentes no se han olvidado tampoco ni del presidente autonómico, ni del provincial, los socialistas Javier Lambán y Juan Antonio Sánchez Quero, a quienes tildaban en sus pancartas de "tauricidas" por financiar "la barbarie".

Junto a manifestantes caracterizados como toros ensangrentados también aparecía otra pancarta que relacionaba la tauromaquia con el franquismo, con la reciente imagen del torero Juan José Padilla envuelto en una bandera preconstitucional.

Los asistentes han expresado su deseo de "acompañar a los toros que van a morir esta tarde" y han clamado que Zaragoza es "antitaurina", que piensan "cerrar" la plaza, además de reprochar la educación que los taurinos le dan a sus hijos.

Los encargados de leer el manifiesto han sido los diputados de Equo por Huesca, Jorge Luis, y Bizkaia, Rosa Martínez, que forman parte del grupo confederal de Unidos Podemos en el Congreso de los Diputados.

En él han insistido en que "la sociedad del siglo XXI nos reclama vivir con más respeto, con más justicia, con más ética y con más humanidad", algo que incluye también a los animales.

Les escandaliza la violencia machista o el maltrato infantil, como también les escandaliza el maltrato animal ya que, "antes que humanos, somos animales", han continuado.

Del mismo modo, han equiparado el especismo, que permite que los intereses de una especie predominen sobre los de otras, con el racismo o el sexismo.

"Presenciar violencia real hacia los animales, como forma de entretenimiento, es deseducar la empatía que exigimos en nuestros colegios y normalizar la violencia que no queremos en nuestras calles", han proseguido.

Además, han asegurado que tras la tradición taurina "solo hay un negocio en quiebra", dado que el 90 por ciento de la ciudadanía jamás ha acudido a ninguna corrida de toros y, sin embargo, este espectáculo se subvenciona.

Los diputados también han recordado que, en el caso del Coso de la Misericoridia de la capital aragonesa, la Diputación Provincial ofrece "a precio de saldo" (30.000 euros más un 3 por ciento de la taquilla) un edificio histórico cuyo mantenimiento anual se sitúa en torno a los 500.000 euros y que no consigue llenar "ni a la mitad de su aforo".

Han concluido citando al filósofo Jesús Mosterín, que defendía que "algún día España acabará de civilizarse y se abolirán las corridas y fiestas de toros", todo ello manteniendo las dehesas como un patrimonio natural que albergue a estas poblaciones de bovinos en libertad.