La instalación de un circo con animales durante las fiestas del Pilar de Zaragoza está cada vez más próxima. Un juzgado de la capital aragonesa aceptó ayer las medidas cautelares que había solicitado el director general de la corporación Recrearte Entretenimiento, Eduardo Belltall, después de que los responsables municipales denegaran la autorización inicial al considerar que el espectáculo que tenía previsto ofrecer incumple la ordenanza municipal que prohíbe el uso de animales en este tipo de recintos de ocio.

Los responsables del área de Urbanismo reconocieron que se ha recibido la notificiación del juez, pero evitaron hacer valoraciones al respecto hasta estudiar a fondo el argumentario. Está previsto que tanto la portavoz del consistorio, María Navarro, como el responsable de Urbanismo, Víctor Serrano, comparezcan hoy ante los medios.

Contencioso administrativo

La empresa que solicitó la licencia para representar el espectáculo Zoorprendente en una carpa durante las fiestas del Pilar interpuso el miércoles 4 de septiembre un recurso contencioso administrativo contra el Ayuntamiento de Zaragoza. Además anunciaron que estaban preparando «un plan b» -un nuevo espectáculo llamado Aladín y los mil y un animales- en caso de que las medidas cautelares no lleguen a tiempo. Por el momento celebran la admisión de su demanda y recuerdan que los juzgados «han entendido la realidad de las normas europeas en la materia», según expresaron ayer. También hoy está previsto que ofrezcan más detalles al respecto. Belltall ya aseguró en su día que la ordenanza municipal por la que el Ayuntamiento ha denegado la solicitud de licencia al circo Zoorprendente era «ilegal y nula a todos los efectos».

Hacía referencia a la ordenanza de protección, tenencia y venta de animales que fue aprobada por el anterior gobierno municipal de Zaragoza en Común y que, según reconoció sin circunloquios el responsable de la carpa, su empresa conocía en detalle antes de solicitar la licencia.

En su parecer solo habría veto a los animales de circo que sean «silvestres» y «salvajes», que son los que prohíbe la ley autonómica, y destacaron que sus ejemplares, cuarenta de quince especies, han nacido en cautividad.