Si la fiesta está en la calle, los clientes también. De nada sirve quedarse en el taller o esperar que la montaña venga a Mahoma. Los artesanos aragoneses lo tienen claro. Por eso desde hace más de 15 años la Plaza de los Sitios se convierte para el Pilar en el mejor escaparate para dar a conocer sus productos al público.

En la Muestra de Artesanía Aragonesa, que organizan las asociaciones de artesanos y artesanos agroalimentarios de Aragón, participan este año más de medio centenar de artesanos de distintos sectores de toda la comunidad. Juguetes, complementos, bisuterías y objetos de decoración en materiales como la cerámica, la forja, la madera, la plata o el cristal de murano, comparten espacio con una amplia gama de alimentos de la tierra y las actividades infantiles de los títeres de Arbolé o el maquillaje de cara.

Los productores agroalimentarios se alinean en dos de los bordes de la plaza dibujando un ángulo de 90 grados de aromas y sabores propios de la tierra. "Todos somos empresas familiares y venimos del mundo rural", cuenta Andrés Bielsa, de Quesos Artesanales de Saravillo (Huesca). Él trae a la feria una muestra de sus quesos y yogures naturales hechos con la leche de sus propias cabras. Según explica, esta feria es una cita importante para ello. "Como artesanos alimentarios, el estar aquí nos da prestigio".

Jonathan Cabello, de Mieles del Tío Ramón de Ricla (Zaragoza), ofrece en su puesto una decena de variedades de este producto así como jaleas y propóleo. Según explica, esta feria sirve para poner en valor el trabajo de los artesanos y eso significa mucho. "La empresa es de mis padres que son ya mayores y ahora somos los hijos los que estamos dando continuidad y queremos ampliar nuestros productos con vinagres y cervezas de miel", cuenta.

En el interior de la plaza, dispuestos en círculo, se encuentran los miembros de la Asociación de Artesanos de Aragón. Para Mario Sanz, de Cerámicas Sanz, este es el primer año en la Plaza. El oficio de ceramista lo aprendió de su padre Jesús Sanz. "Empezamos de pequeños en el taller haciendo modelado y pintura", recuerda. En su mostrador, colocados en varias estantería, exhibe una amplia muestra de figuras de oficios. Según dice, tener este stand es "una ventaja". "En la venta directa solo estamos en Aínsa en verano. Durante el año trabajamos en el taller", añade.

Algo más veterana en estas lides es Claudia Castillo, que esta semana sale del taller de 'A mano' en Utebo para llevar a la ciudad su joyería artesanal en metales como el hierro, el cobre y la plata. Su responsable, Claudia Castillo, asegura que "este es un escaparate importante a nivel de Aragón, no solo a la hora de vender sino de poder contactar con clientes de otras regiones". Reconoce que el sector no atraviesa uno de sus mejores momentos y que "se gana más en la calle que en el taller". Ella lleva ya seis años en la plaza y destaca su valor. "Este es el único espacio que podemos encontrar en Aragón donde todo es artesanía y la competencia es leal. Por eso es importante conservar el puesto", destaca.