Recortes, algún que otro revolcón en la arena, risas, charanga y mucho ambiente. Esto es lo que se pudo vivir ayer en la plaza de toros de la Misericordia, que tras una larga noche de fiesta, abrió sus puertas a un público entregado para acoger la primera jornada de vaquillas de las fiestas del Pilar.

A pesar de la temprana hora, y antes incluso de que diese comienzo el espectáculo, la plaza ya lucía rebosante, y hasta las gradas superiores se llenaron de gente en una de las sesiones más multitudinarias que se recuerdan. Todas las peñas estaban ahí con sus respectivas charangas, que situadas a apenas unos metros de distancia, se volcaron desde el minuto uno en agitar el ambiente para despertar a los más somnolientos. Pronto se caldearon los animos, y los más entusiastas se lanzaron a la pista animados por el gentío, que a pesar del madrugón (o la empalmada de la noche anterior) se mostró animado y con ganas de continuar la fiesta.

Fue la ganadería navarra Juan José Laparte, colaboradora habitual de ediciones pasadas, la que se encargó en esta ocasión de abrir los festejos, brindando hasta 14 reses que fueron presentadas a lo largo de las dos horas de espectáculo comenzando por las más mansas y finalizando con las más bravas. Estas últimas propiciaron algunos de los mejores momentos de la jornada, brindando la oportunidad a los participantes de realizar algún que otro salto acrobático, y protagonizando algún momento cómico, con caídas y empentones de carácter leve al borde de la valla que provocaron la carcajada del público.

Tanto fue así que en más de una ocasión las reses consiguieron ascender hasta la plataforma central de la plaza, repleta de jóvenes (y no tan jóvenes), obligándoles a abandonar la zona en tiempo record y forzando a los más valientes a aferrarse al andamiaje central para evitar las astas.

Sin embargo, y a pesar de los múltiples sustos, todas las cogidas fueron de carácter leve, y el resultado final de intervenidos por la Cruz Roja al final de la jornada fue de tan solo cinco casos, todo ellos con contusiones de carácter leve o moraduras que no supusieron peligro alguno para la salud.