El grupo grausino Mosicaires nació en el año 2013 «por accidente», tal y como afirma Jorge Álvarez, su «hombre orquesta», como así lo definen su compañeros. Estos pilares participan en el ciclo A Bailar, ubicado en la plaza José María Forqué.

¿Cómo se definen?

Somos un grupo de folk, por etiquetarnos de alguna manera, aunque trabajamos con influencias que van desde la música clásica hasta el rock. También tenemos otro registro más enfocado a chavales, de carácter más didáctico. Y, por último, también este formato enfocado al baile junto a las chicas de la asociación Laqtspera.

¿Es esta cita más especial por ser en ‘pilares’?

Todas lo son, pero siempre es un orgullo poder tocar durante las fiestas. El año pasado estuvimos en la plaza san Bruno, en el corazón de la ciudad, y la gente respondió muy bien.

¿Cómo es el público que les sigue?

Es variado. Sí que es cierto que todavía existe un cliché con la música. Hay escenarios de rock, escenarios de folk... Nosotros podríamos encajar en uno que combinara ambos. Desgraciadamente en Aragón y en España esto es difícil. Fuera de nuestras fronteras, en Francia por ejemplo, hay festivales en los que conviven grupos de diferentes estilos. Por ejemplo, primero toca un grupo de música tradicional puro, luego otro como podríamos ser nosotros y, por últimos, uno de rock duro. Y siempre con el mismo público. Eso nos gustaría a nosotros.

¿Cómo se conocieron?

Somos un accidente. Todos somos de Graus. En 2013, desde la asociación de gaiteros de Zaragoza nos animaron a participar en un concurso de música folk y, como casi todos éramos amigos, así lo hicimos. A raíz de eso nos picó el gusanillo. Al año siguiente grabamos el primer disco, sólo instrumental. Posteriormente grabamos otro ya con voz, porque creíamos que teníamos muchas cosas que contar.

¿Qué cuentan sus letras?

Contamos desde leyendas a otras más reivindicativas dedicadas a la mujer.