El Musical "Priscila, Reina del desierto" convertirá el Palacio de Congresos de Zaragoza en la "fiesta de las fiestas" a través de un viaje en busca de la felicidad, con humor, la música más bailable de la historia y una puesta en escena espectacular.

Del 12 al 15 de octubre, la gira del musical aterriza en la capital aragonesa en plenas fiestas del Pilar y tras pasar dos temporadas en Madrid, donde fue vista por 400.000 espectadores, y tres meses en Barcelona, con 100.000 asistentes.

José María Cámara, socio de Som Produce, ha presentado hoy en la capital aragonesa las características de este espectáculo que al final de su gira por 35 ciudades quiere haber logrado la asistencia de un millón de personas.

Y no lo tiene difícil porque, ha dicho Cámara, es un musical "espectacular y divertido", con "una de las bandas sonoras más bailables de la historia", que no ponen de pie al público al finalizar la sesión sino que, ha asegurado, "no consigue que el público se siente".

Aunque, ha reconocido Cámara, "a veces se percibe como un musical gay para público gay, es un musical para todos los públicos", en el que los protagonistas son tres amigos que recorren el continente australiano para que uno de ellos se reencuentre con su hijo.

Este reencuentro es "una de las escenas más emocionantes" del musical, en el que se muestra la diversidad de un modo "muy práctico y natural" y "ayuda a redefinir los modelos de familia", como sucede al final de la obra, ha explicado Cámara.

Los tres protagonistas masculinos cuentan con su "alter ego" femenino, las "divas" de "Priscila", que habitan en lo alto del escenario, desde donde permanecen suspendidas durante toda la obra, y que representan los sueños de los protagonistas masculinos.

Sueños aderezados con 23 cambios de escena en los que se podrán contemplar quinientos trajes espectaculares, doscientas pelucas, tocados y sombreros y 150 pares de zapatos y un autobús que se comporta además de como el vehículo que simula el viaje por el desierto como un escenario y apoyo visual.

Todo ello lo convierte en "un musical feliz para gente feliz. Es un viaje en busca de la felicidad a través de reconocimiento de uno mismo", ha asegurado el socio de esta productora que se dedica a poner en escena grandes musicales internacionales "con la misma calidad o mejor", entre ellos "Cabaret", "Sonrisas y Lágrimas" y "Chicago" y que tiene a punto de estrenar "Billy Elliot".

A lo largo de estos cuatro años de representación en España el musical "no ha cambiado nada". "Todo lo que se ve en escena es lo mismo que se vio en el estreno de Londres", salvo algunos actores y el autobús, "un personaje que convive con mucha gente", hasta cuarenta actores sobre el escenario y que no ha soportado el paso del tiempo, ha reconocido Cámara.

Las canciones, una brillante antología de los éxitos de la música disco de los 90, que ya empezaban a sonar "viejas", también han sido mejoradas con arreglos.

Tras Zaragoza, "Priscila" viajará a Manresa, Valencia y Donostia, entre otras 35 ciudades, para acabar en Tenerife tras setenta semanas y representar más de 400 funciones.