El órgano volverá a sonar en la basílica de Nuestra Señora de El Pilar de Zaragoza coincidiendo con las próximas fiestas después de permanecer más de diez meses en silencio. El proceso de restauración "comenzó el 13 de julio y se desarrollará hasta finales de septiembre", según explica Norbert Wisnewski, maestro organero alemán de la empresa Orgelbau Klais Bonn, responsable del trabajo de restauración. La limpieza del gran órgano es consecuencia de los desperfectos causados por el artefacto que estalló en 2013 dentro de la basílica, que afectó también al coro y la sillería y a algunos bancos situados en la nave central.

El equipo restaurador está compuesto por cuatro organeros alemanes del taller Klais y dos especialistas españoles en restauración de caja. Wisnewski, el maestro organero, afirma que el órgano estaba muy dañado debido al polvo que le ha afectado de forma "muy agresiva". De los más de 5.000 tubos que componen el órgano ya han limpiado 1.500. Pero la limpieza no se acota solo a los tubos sino "a todo el interior del órgano porque el polvo va a todos los lugares". Aunque la explosión no causó un impacto directo en el instrumento sí que ha sido necesario el desmontaje, la limpieza y el posterior montaje de los tubos y del mecanismo que los acciona. Del mismo modo, será necesario volver a afinar el instrumento tras realizar este proceso. Cuando terminen la limpieza de la caja del órgano, acabarán las labores con la limpieza de la sillería, zona que también quedó dañada.

200.000 EUROS La restauración, que se va a llevar a cabo de forma íntegra en Zaragoza, prevé un coste de 200.000 euros, según estima Manuel Almor, deán del Cabildo Metropolitano, y Wisnewski añade que terminar las labores antes de las fiestas del Pilar "es algo muy importante". Aunque Manuel Almor reconoce que no está ultimado totalmente, afirma que "los días de la novena tendremos ocasión de escuchar el órgano" y añade que el día del Pilar se volverá a celebrar la tradicional misa con polifonía aunque "este año con una alegría especial"

Wisnewski reconoce que "es necesario limpiar los órganos cada 20 o 25 años" pero éste es un caso excepcional, ya que solo han pasado siete años desde su última restauración y debido a la detonación del artefacto, colocado el 2 de octubre del año pasado, se ha tenido que intervenir con antelación.

El órgano sinfónico, que consta de cuatro teclados manuales y un teclado de pedal, fue íntegramente reconstruido en su interior en el año 2008 por la misma casa alemana que está restaurándolo ahora y conllevó una inversión de 1,5 millones de euros. La caja del órgano, de estilo renacentista, fue construida por Juan de Moreto y Esteban Ropic en 1546 y se reformó en dos ocasiones. Lo que ahora espera Manuel Almor es que tanto el órgano como la caja que lo adorna y la sillería "vuelvan a lucir en su máximo esplendor" el próximo octubre.