Como ellos mismos dicen «hacía un ratillo» que no pasaban por Zaragoza, pero hoy mismo van a poner remedio. Los Celtas Cortos van a actuar esta noche en la capital aragonesa, concretamente en el Espacio Zity. El concierto comenzará a las 20.30 horas y tocarán junto a Mago de Oz, en una jornada que se ha denomindado la Noche celta. «Hay muchas ganas, porque ahí tenemos un montón de amigos de mucha querencia acumulada», dice Jesús Cifuentes, Cifu, cantante de la mítica agrupación, que nació en Valladolid en los años 80. «Espero que todos se diviertan», añade Cifu.

Según reconoce el cantante, él prefiere las salas «cerradas y hechas para el rock and roll, donde ves los ojos a la gente». A pesar de esto, un concierto de Celtas Cortos es garantía de diversión. «Somos un servicio público, estamos hechos para todos. En un escenario tan grande a veces te sientes muy pequeño. La grandeza la tiene la gente, nosotros nos derretimos y nos convertimos en uno más», explica amablemente el músico.

Este pasado mes de septiembre presentaron disco, Energía Positiva, un nuevo trabajo que traen «bajo el brazo», y que demuestra que el grupo está «con las pilas puestas». «Queremos enseñárselo a la gente, que lo conozca y que lo haga suyo como buena parte de nuestro trabajo que llevamos acumulado», cuenta Cifu. Aunque cómo no, harán también un repaso por sus éxitos de siempre. Así que, en palabras del propio cantante, «¡a darle caña!».

Y es que, quién no ha escuchado alguna vez en una verbena y con cerveza en mano su mítica 20 de abril, la canción que les hizo populares y que les persigue desde los 90, un mantra muy manido que no se ajusta a todo lo que representa Celtas Cortos. «Espero que sea así. Yo pido perdón por haberla hecho porque es como una especie de recurrencia máxima. Pido perdón a la gente y a todos los damnificados, pero bueno, lo llevamos con gusto», dice el cantante entre risas.

NOSTALGIA

Precisamente el año pasado, cuando se cumplían 27 años de su mítico tema, los tres miembros fundadores de Celtas Cortos que todavía forman parte del grupo volvieron a la cabaña del Turmo, un refugio situado en el Pirineo oscense que inspiró la canción.

«El territorio aragonés en su conjunto es nuestra familia. Aquí tenemos raíces bien clavadas en la tierra y muchos amigos. Volver al lugar fue una especie de vuelta de tuerca de los adentros. Volver a rememorar paisajes y personajes y tomar conciencia de ello y del paso del tiempo», relata Cifu.

«Queremos seguir disfrutando y compartiendo nuestro trabajo con la gente, que es la razón por la que hacemos música para compartirla. Es lo que la hace grande y lo que hace que vuele por sí misma. Nosotros somos meros transmisores. Intentamos a diario aportar un granito de arena a la playa infinita de las emociones», concluye el cantante, que volvió a los Celtas Cortos en 2006 tras un parón de cuatro años.

Ahora, eso sí, con la jota no se atreven. «Eres un cabrón», dice cuando le preguntan. Así pues, los Celtas Cortos vuelven a Zaragoza. A ver si queda alguien de los de antes.