Leandro Marcos sufrió un revolcón tremendo en su primer toro, que le elevó en el aire como un pelele para recogerlo de nuevo. El diestro perdió las zapatillas, pero siguió la lidia sin mirarse y dio una serie apretada que encadenó con unas manoletinas. Pero pinchó. "Es una pena haber pinchado en ese toro, porque creo que me he he jugado la vida con él", dijo al terminar.