«¿A que no te atreves a pasar por aquí?» A un lado de un tubo entra un niño y en el otro lado espera otro en una ceremonia que repiten los dos hasta superar los cuatro tubos que les abren la puerta a un nuevo mundo, el de Río y juego, el parque infantil que en el recinto de la Expo abrió ayer sus puertas en el que casi cualquier cosa puede ser reciclada como un juguete.

En el anfiteatro de la Expo, no podía haberse elegido mejor escenario, los niños pasan y tocan a su libre albedrío, a unos les apetece mover lo que cuelga del techo mientras otros prefieren pisar. El resultado es casi una orquesta sinfónica de sonidos que se engloba bajo el título de Tocorretoco. No muy lejos de allí, el Circo Recirco es el protagonista, donde tablas, ruedas, bobinas y cajas convertidas son como esos juegos de equilibrios que todo el mundo ha intentado hacer en casa. El problema es que aquí se hacen a un metro sobre el suelo y no todo el mundo es igual de habilidoso sobre una tabla o sobre unos esquís convertidos en zapatos. Risas garantizadas.

RICOS MANJARES / Pero si se consigue superar esa prueba hay premio... o casi. Porque aparece la Cocina de las maravillas donde se pueden cocinar ricos manjares con unas sartenes llenas de, por ejemplo, corchos. Y es que la clave de Río y juego es que todo es reciclable porque, además del juego, es una apuesta por el desarrollo sostenible. Y así, en cada una de las puertas lo que se va a encontrar a partir de ahí, también se señalan los objetivos de sostenibilidad vigentes. Dicho de otra manera, se apuesta por concienciar a la vez que se divierte.

En el escenario Río mucha gente esperaba a Titiriteros de Binéfar y a sus Cómicos de la legua pero antes el parque se inauguró ritmo de rap (como lo hicieron las fiestas), el de Fran Fuethefirst que animó a todos a disfrutar y a tocarlo todo.

Las latas, bidones, y envases toman otra nueva vida en Reconstrucciones donde los más pequeños juegan a ser arquitectos mientras que al otro lado (más allá de la Ballena de libros donde uno puede llevar su libro de casa y llevarse otro a cambio) el Embarcadero genera mucha expectación. En él, se puede hacer navegar tu propio barco en los canales. Un buen lugar para esperar a que se reduzca la fila del espacio En oscuridad en el que las sombras y los dibujos que se pueden hacer con las luces son los protagonistas.

Pero, curiosamente, una de las grandes atracciones de este Río y juego a tenor por la expectación que levantan en los primeros visitantes del parque son los animalicos: «¡Mira una mosca! ¡Un cocodrilo! Mamá, ¿y ese qué animal es?», eran las frases más comunes que se podían escuchar en la avenida a primera hora de la mañana.

Y es que hasta el próximo 15 de octubre, Río y juego abre los 17 espacios que conforman este parque coordinado por la PAI y que abrirá mañana y tarde excepto hoy (Zootropo y la compañía D’Click actúan en el escenario Río) y mañana que solo lo hará por la tarde por el calendario escolar.