Son 19 puntos mentirosos e injustos. Un desnivel inexistente el que se iluminaba ayer desde una esquina del Príncipe Felipe. El marcador reflejaba una diferencia irreconocible tras ver el partido, pero que describe a la perfección la silueta del gigante que arrasa la Liga. Fue un duelo entre un Mann Filter que acudió al campo de batalla con el petate rebosante de moral tras cinco victorias seguidas y los cuchillos bien afilados, pero que se topó con un Ros blindado con doble aleación de titanio en defensa y armado hasta los dientes en ataque. Claro que nada es imposible, menos en el baloncesto, que David cuando le viene en gana se carga a Goliath, pero con el Ros de por medio la leyenda no se cumple, bueno, si Domingo Díaz, como ocurrió en Canarias, no lo quiere.

LA LOGICA DEL MEJOR El cuadro valenciano es por algo el líder de la Liga, el campeón de Copa y un equipo sin fisuras, con una disciplina constante en su juego, con un elenco de argumentos mareantes. Y eso que el Mann Filter le intentó fastidiar con todo lo que tiene y le planteó la guerra por todos los frentes, pero este esfuerzo sólo le permitió correr como un poseso tras la victoria, mantenerse cerca en el marcador, porque la lógica del mejor siempre gana fue aplastante. Porque Corral dispone de cuatro jugadoras de gran nivel, que terminan con la lengua fuera y Díaz cuenta con una rotación infinita como el universo.

El Mann Filter aguantó el pulso con dignidad durante todo el partido, aunque cometió errores puntuales que le costaron despedirse del triunfo. La igualdad real, la que se plasma en el marcador, duró sólo cinco minutos (10-10). Luego, los árbitros, que no dudaron en colaborar con el Ros, pitaron la tercera falta de Luci Pascua y abrieron un boquete en el rebote que aprovecharon las valencianas para tomar su primera ventaja visible (15-19).

El dinamismo en la defensa zaragozana y los contragolpes de Nolan abrigaron alguna esperanza en el parcial siguiente (22-23). El Ros no se inquietó. Díaz miró a su espalda y encontró en el banquillo soluciones, opción con la que Corral no puede ni pensar. Fernández y Holland-Korn salieron a escena y, ésta última, junto a Aguilar agujerearon la zona del Mann Filter a base de triples.

DESFONDADAS Corral ajustó la defensa. Acertó. Pero el Ros apretó sobre Nolan, que estuvo más de diez minutos sin anotar, y las aragonesas, aunque pusieron todas las ganas, estaban lastradas por su falta de puntería (1/11 en triples). El Ros, como un asesino paciente, se distanció poco a poco y descabelló al Mann Filter en un último parcial en el que las jugadoras de Corral estaban ya desfondadas física y anímicamente para tumbar al líder.