Ya han aparecido. Ya hay imágenes estremecedoras, escalofriantes pero muy clarificadoras de cómo y en qué circunstancias se produjo este domingo el accidente del joven piloto francés Jules Bianchi, quien a falta de siete vueltas para el final del Gran Premio de Japón en Suzuka perdió el control de su Marussia-Ferrari en la curva 5 del trazado japonés y se estrelló brutalmente. Chocó contra el tractor-grúa que en ese instante estaba sacando con su pluma el Sauber de Adrian Sutil (hacía solo 63 segundos que el alemán había perdido el control de su monoplaza en el mismo punto) y ahora se debate entre la vida y la muerte.

La imágenes, supuestamente grabadas por un aficionado presente en esa zona de las gradas, muestran nítidamente cómo los comisarios de esa curva, con escasa y estrecha escapatoria, preparan las cintas con las que rodean la panza del Sauber, las enganchan en la pluma del tractor-grúa y se disponen, con sus manos, a ayudar al operario para que levante el monoplaza y lo retire del muro. Una vez en el aire, el tractor hace, muy lentamente, marcha atrás debido al peso y balanceo del coche, para entrar así, marcha atrás, en la salida auténtica y dejar aparcado el vehículo de Sutil, que tras el accidente explicó que estuvo presente durante toda la maniobra y que vio el choque.

Transcurrido un minuto y 10 segundos de filmación y mientras el tractor-grúa aún no ha logrado superar las protecciones, aparece, recto, fuera de control y a gran velocidad (según la telemetría del Marussia, a 219 km/h), el Marussia-Ferrari de Bianchi, que no llega a estrellarse del todo pero sí pasa bajo el motor y la carrocería del remolcador, elevado sensiblemente del suelo por las grandes ruedas que utiliza.