Alonso ha amenazado a Ferrari. Tocado anímicamente por la muerte de Emilio Botín, para él mucho más que el presidente del Banco Santander, muchísimo más que el patrocinador de Ferrari, un auténtico amigo, Fernando Alonso ha llegado a Singapur con ganas de poner los puntos sobre las íes a su escudería, y a la fábrica de Maranello.

Declaraciones muy meditadas

El bicampeón español empieza a estar harto de la forma en la que Ferrari y su entorno manejan los medios de comunicación, especialmente a los italianos, y en la forma y el tiempo en que se filtran informaciones desde Maranello. A su llegada al 'paddock' de Singapur, Alonso reaccionó de una manera estudiada, ninguna improvisación, las mismas palabras a la televisiones, a los medios escritos, en español, en italiano, en inglés. "Si tengo que decir algo lo haré en unas semanas, y el día que yo hable, habrá gente de mi equipo a la que no le gustará lo que diga porque será como si yo filtrase interesadamente", dijo el piloto asturiano.

Sí, Alonso está harto en que desde Maranello se intente tapar el desastre en el que vive el equipo, en la desarticulación que comenzó en el 2011 con la marcha del diseñador jefe, Aldo Costa, y que cristalizó esta temporada con la destitución del director, Stefano Domenicali, siguió con la del jefe de motores, Luca Marmorini, y la semana pasada concluyó con la del presidente de la compañía Luca Cordero de Montezemolo.

Su única preocupación es hacer equipo

El equipo está en descomposición, sin un rumbo fijo, con un plan para volver a ganar que abarca al menos tres años. Y para enmascarar este desastre se filtra que Alonso puede ir a McLaren, que tiene una oferta de renovación que no ha firmado... y la última: la rocambolesca hipótesis de un imposible trueque Alonso-Vettel en Red Bull y Ferrari.

Y todo eso cuando solo sus resultados en pista, su interés por mantener unido al equipo de carreras, impiden la lapidación pública de la ‘Scuderia’. “Me esfuerzo mucho en hacer piña, en comer con los chicos del equipo, en jugar al baloncesto con ellos para fomentar el buen ambiente porque creo que es lo que debo hacer. Que lleguen estas cosas de Italia pues es una pena porque en nada benefician a Ferrari, que es más grande que yo y que todos nosotros”, concluyó con gesto agrio.