El paso del tifón Hagibis por Japón aconsejó dejar sin actividad en pista el gran premio durante el sábado. Los directores de equipo aprovecharon la jornada para celebrar maratonianas reuniones con los dueños de la F-1, Liberty Media, y con la Federación Internacional, para elaborar un nuevo reglamento técnico y económico de cara al 2021. Pero los grandes equipos, Mercedes, Ferrari y Red Bull, no tragan con la estandarización de piezas para abaratar costes, ni los topes presupuestarios para que los equipos medianos tengan más posibilidades. La ingente inversión de dinero y recursos es una de las razones del dominio de Mercedes. También el trabajo bien hecho en chasis y motor sin olvidar la ventaja de contar con Lewis Hamilton todos estos años. La victoria de Valtteri Bottas y el tercer puesto del pentacampeón proporcionaron a la escudería de la estrella los puntos necesarios para firmar la sexta corona consecutiva, algo inédito en la historia de la F-1, y de paso, para asegurarse que será uno de los dos el campeón del mundo de pilotos.

Falla Ferrari, de nuevo

Nunca se había hecho antes en la Fórmula 1, así que estoy muy contento por todos, explicó Toto Wolff, jefe de Mercedes, antes de asegurar que ahora dejaremos a ambos pilotos competir en las carreras que faltas. Restan cuatro, pero Hamilton disfruta de una ventaja suficiente 64 puntos como para ser campeón sin ganar ni uno de los grandes premios que restan.

De esa lucha por el título de pilotos quedaron ayer fuera de manera matemática los Ferrari. Habían logrado la primera línea en una clasificación celebrada en la misma mañana del domingo, pero como 15 días antes en Rusia, los coches rojos desaprovecharon el potencial de su coche por un mal rendimiento de sus pilotos. Sebastian Vettel, autor de la pole, con la que rompía una paliza de 12-0 en clasificación frente a su compañero desde Canadá, protagonizó un salida anticipada. No llegó a sobrepasar la linea antes de parar de nuevo el coche, por lo que se ahorró una sanción, pero fue adelantado por Valteri Bottas, y perdió toda la ventaja de liderar una carrera y disfrutar de aire limpio.

Ha sido mi error, una malísima salida, después los Mercedes tenían mucho mejor ritmo. Bottas era inalcanzable, pero pude mantener detrás a Lewis en las últimas vueltas, dijo Vettel, beneficiado por una estrategia en Mercedes que hizo parar innecesariamente a Hamilton por segunda vez, lo que le hizo pasar de segundo a tercero. Podía haber ganado si se hubiera mantenido en pista, pero fue la manera en la que Mercedes aseguró los puntos necesarios para celebrar el sexto título de constructores. Se lo merecen mucho en la fábrica, dijo el inglés de forma escueta, cabreado con la estrategia, pero sabedor de que en un par de carreras puede celebrar su sexta corona en la clasificación individual de pilotos.

Demasiadas cosas raras

Si Vettel falló en la salida, Leclerc aún lo hizo peor y chocó de una forma bastante infantil contra Max Verstappen por parte de ambos en la primera curva. Dañó su alerón delantero las piezas desgarradas se llevaron el espejo retrovisor de Hamilton que viajaba por detrás y una parada temprana le restó cualquier opción. Finalizó sexto, justo por detrás de Carlos Sainz, autor de nuevo de un carrerón. El madrileño se emparejó con Lewis Hamilton tras una gran salida, y después fue capaz de rodar el ritmo de Red Bull o el Ferrari de Leclerc. Ibamos muy rápido. Fui supercómodo con el coche, resumió el madrileño.

El equipo me pidió que tirara para seguir el ritmo de Albon con Red Bull y para que Leclerc desgastara sus neumáticos con Ferrari, y lo pude hacer, añadió tras cruzar la meta entre el Red Bull y el Ferrari en un día en el que prefirió no arriesgar en la salida como hicieron Leclerc y Verstappen. Ha habido mucha gente haciendo cosas raras en la salida, intentando adelantar por fuera en la primera curva. pero hoy era un día para ir por dentro y no jugártela en la primera curva, concluyó e madrileño.