¿Se acuerdan de aquella serie de los 70 que comenzaba con una sintonía pegadiza y un fantástico y embrollado recuerdo argumental de los últimos capítulos? Sí, se llamaba Enredo. La situación actual sobre el baile de pilotos en la F-1 bien podría formar parte de un capítulo: Sebastian Vettel ha dejado Red Bull, pero Ferrari no puede anunciar su fichaje hasta que Fernando Alonso no anuncie su marcha. Y Alonso aún espera por Mercedes, que aún tiene que hablar con Lewis Hamilton, mientras McLaren aguarda al español con una oferta, y Jenson Button suspira porque no llegue a Woking para mantener su asiento la próxima temporada.

Ese es el enredo, y gordo, que se respira en el paddock del Circuito de las Américas. Como EL PERIODICO adelantó el 22 de septiembre, Alonso ha decidido abandonar Ferrari e inició los contactos con Mercedes, sabedor de que Niki Lauda era partidario de no renovar a Hamilton, que finaliza contrato en el 2015. Así que, mientras Alonso espera por Mercedes, McLaren aguarda por Alonso. Han hablado y mucho, tanto que ya hay un acuerdo de contrato que espera sobre la mesa de Woking para ser firmado por el español. Honda le quiere, el contrato es jugoso y su archienemigo, Ron Dennis, ni ha participado de esta negociación ni tendrá un papel relevante en el equipo en el futuro.

"Van a llegar cosas buenas, como ya dije en Japón y en Rusia. Todo va bien, según lo previsto, se están dando los pasos que tienen que darse y los sabremos pronto o cuando sea", señala mientras el asturiano. Pero ni una palabra sobre Mercedes, sobre McLaren, sobre su salida de Ferrari.