Ocurrió el 1 de mayo de 1994 en el circuito Enzo-Dino Ferrari de Imola (Italia). A las 14.17 horas exactamente (12.17 GMT), el piloto brasileño Ayrton Senna (Sao Paulo, 1960) se salió de la pista en la séptima vuelta y se estrelló contra un muro de hormigón a 320 kilómetros por hora. Nada pudo hacerse para salvarle la vida. Veinte años después, cientos de aficionados se han reunido en el mismo escenario del accidente para recordar al tricampeón (1988, 1990 y 1991).

El acto se enmarca en un programa que hasta el próximo domingo rememorará el fin de semana más trágico de la F-1, pues solo un día antes, en la carrera de clasificación, perdió la vida el novato Roland Ratzenberger (Salzburgo, 1960). El miércoles, se celebró una misa en memoria del piloto austriaco.

En el homenaje de este jueves, un sacerdote han bendecido la curva en la que falleció Senna, conocida como 'Il tamburello'. Y a la misma hora del accidente, el público ha señalado al cielo con el dedo índice, emulando el gesto que el corredor hacía cuando lograba la victoria. Entre los asistentes se ha podido ver a una amplia representación de Ferrari, encabezada por Fernando Alonso, Pedro de la Rosa y Kimi Raikkonen.

Inspiración para los actuales pilotos

"Siempre luchó hasta el final. Por esa razón se ganó el respeto de todos y se convirtió en una leyenda. Yo era muy pequeño y la televisión española no tenía los derechos de la F-1 pero empecé a conocerle por la afición de mi padre. Mi primer vehículo de competición tenía los colores de su monoplaza", ha recordado Alonso. Por su parte, Raikkonen ha subrayado que la muerte de Senna sirvió para que se implementasen las medidas de seguridad en los circuitos de competición.

Más emocionante ha sido el discurso de Gerhard Berger, quien coincidió con el piloto brasileño durante tres temporadas en McLaren. "Todos estamos de acuerdo en que era el mejor piloto de todos los tiempos [logró 41 victorias en grandes premios y 65 primeros lugares en la parrilla de salida]. Es un momento triste, pero estamos muy felices de estar aquí y recordarlo", ha dicho. Tampoco ha faltado a la cita Valentino Rossi, que en su cuenta oficial de Twitter ha afirmado que Senna fue una "inspiración" para él y que, dos décadas después de su fallecimiento, "su espíritu aún sobrevive en todos los pilotos de carrera".

A 9.500 kilómetros de distancia, en Brasil, también se han multiplicado los actos. En Sao Paulo se ha inaugurado una exposición sobre su vida que recorrerá el país, la aerolínea Azul ha pintado un avión con los símbolos que identificaron al piloto y se han lanzado un sinfín de productos alusivos al ídolo. Pero quizá el homenaje más curioso ha sido el de los jugadores del Corinthians: este miércoles, antes de empezar el partido contra el Nacional Manaus perteneciente a la Copa de Brasil, se pusieron un casco amarillo, idéntico al que utilizaba Senna, mientras sonaba el himno nacional.