National Geographic Channel sigue explorando 'Marte'. Tras el éxito de la primera temporada de esta ambiciosa y original producción que fusiona ficción y documental científico, la prestigios cadena de pago estrena este miércoles, 14 de noviembre (22.50 horas) la segunda entrega de la serie, que se rodó en Budapest en el verano del 2017. Y en ella repite como 'colono' del planeta rojo Alberto Ammann, actor galardonado con un Goya por su trabajo en la película 'Celda 211', pero que está viviendo en carne propia el espectacular 'boom' de la televisión: en los dos últimos años ha encadenado 'Marte', 'Narcos' (Netflix) y 'Apache' (Antena 3).

¿Cuando rodó 'Marte' en el 2016, pensó que sería un éxito que pemitiría una segunda entrega?

Siempre deseo que vaya bien, claro, pero no suelo hacer muchas especulaciones sobre las producciones en las que trabajo. Claro que en el caso de 'Marte' sí tenía la impresión de que iba a funcionar bien, ya que todo lo que rodea a Marte es muy atractivo, tanto por controversias como por adeptos a su conquista. Así que sospechaba que podría haber una segunda temporada. Y esta entrega es mucho más grande, con una mayor inversión, mucho más 'casting'... Vamos, mucho más cara.

Conquistada Marte, la segunda temporada se centra en el inevitable pulso entre los científicos y los empresarios, que ven un gran negocio por encima de todo. ¿En qué posición está su personaje?

Esta nueva entrega se centra en el drama humano que viven y deben convivir los 'colonos' de Marte, sus relaciones personajes, sus relaciones íntimas, los conflictos internos... Pero sí, el conflicto que está por encima de los problemas personales es el que enfrenta ciencia y negocio. De hecho, es algo que siempre ha pasado: la ciencia explora y se arriesga, y sobre lo que ha descubierto, y ya sin riesgos, entra en juego la industria que busca hacer el máximo negocio.

¿Como se posiciona su personaje, el científico Javier Delgado, ante este conflicto?

Javier es hidrólogo y geoquímico, y por tanto científico, pero, al contrario que otros compañeros que son mucho más beligerantes con los intereses industriales, se mantiene un poco al margen. Lo ve con un cierto escepticismo, ya que lo que le procupa realmente son sus relaciones personales con su pareja, que es la trama principal del personaje.

¿Y cómo ve Alberto Ammann el conflicto ciencia-industria?

¡Todo lo contrario de mi personaje! Yo estoy al lado de las personas que cuestiona continuamente el papel de la industria, el porqué y para qué... No estoy en contra del progreso industrial, pero no me gusta que este sea para el beneficio de unos pocos. Creo que deberíamos evitar en Marte los errores que hemos cometido, y estamos comentiendo, en la Tierra. No sé si veremos la conquista de Marte, pero no debemos ser parásitos de otros mundos.

'Marte' es una serie innovadora al unir documental científico y ficción. Tras trabajar en ella, ¿cómo valora este 'invento' audiovisual?

Pues a mí me ha interesado mucho. Primero porque me despierta una gran curiosidad por el espacio, otros planetas... Yo soy público para esta serie. Pero además, el poder encarnar a personajes ficticios con los que te puedes identificar, y escuchar al mismo tiempo a científicos 'top' reales que explican lo que puede pasar es superinteresante.

Cuando trabajó en la primera temporada de 'Marte' dijo que nunca iría a Marte, porque aún hay muchas cosas que hacer en la Tierra. ¿Mantiene la misma opinión?

Absolutamente. Ir a Marte es un viaje de unos ocho meses, si sobrevives, claro... Ya ha habido astronautas que han estado más de un año en el espacio y se ha comprobado que han sufrido cambios fisiológicos y biológicos que aún no se sabe qué consecuencias tendrán. Es un riesgo enorme. Vamos, que no me parece un viaje turístico. Quizá la Luna, en unos 20 años, que está más cerca. Pero ahora me interesa mucho más la Tierra.

Aunque su gran consagración llegó con el cine, últimamente solo trabaja en televisión, donde se está viviendo una auténtica revolución con las plataformas. ¿Es este el futuro del audiovisual?

La verdad es que sí le doy muchas vueltas a este tema, porque las plataformas aparecieron casi de golpe en nuestras vidas, y yo, y muchos compañeros, estamos recibiendo continuas ofertas de series, y me puedo permitir el lujo de elegir lo que me parece mejor. Así, parece difícil sacar adelante el cine. Es un cambio de modelo que me parece interesante.

¿Y cuál cree que es el cambio?

Creo que el gran cambio llegó con Netflix, que planteó una propuesta revolucionaria: buscar un público determinado para una ficción determinada. Hasta ahora, el planteamiento era intentar llegar al máximo número de personas, y eso es quedarse en la superficie. Para abarcarlo todo solo sirven las comedias románticas y las de aventuras. En cambio Netflix, al segmentar el público, logra ficciones más serias, más profundos. Así nacen series más reales, más crudas... Más creíbles, en definitiva.