El cantante Alejandro Sanz, de 50 años, tras su separación de Raquel Perera, de 44, afronta ahora las consecuencias de otro divorcio, el de quien fue su representante durante casi tres décadas, Rosa Lagarrigue. La propietaria de la empresa RLM le reclama nueve millones de euros por un supuesto incumplimiento de contrato. El compositor y cantante madrileño se sentó la semana pasada en el banquillo del Juzgado de Primera Instancia número 75 de Madrid, según ha publicado la revista Diez minutos y El independiente.