Los análisis de ADN han concluido que Pilar Abel, la mujer que ha reclamado ante los tribunales ser reconocida como hija biológica de Salvador Dalí, no el hija del artista. El resultado de las pruebas era el elemento decisivo en la vista que se debe celebrar el 18 de septiembre en un juzgado de Madrid para descartar o no la demanda de paternidad.

En un comunicado, la Fundació Gala-Salvador Dalí ha confirmado que los letrados del despacho Roca Junyent que representan sus intereses han recibido el dictamen del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses por parte del juzgado de primera instancia número 11 de Madrid. Según el informe, los resultados "permiten excluir a Salvador Dalí como padre biológico de María Pilar Abel Martínez".

"Esta conclusión no es ninguna sorpresa para la fundació ya no ha habido en ningún momento ningún indicio de veracidad de una pretendida paternidad. Se confirma que esta decisión judicial inusual e injustificada de practicar la exhumación ha sido totalmente inadecuada y desproporcionada, y se pone en evidencia su total improcedencia y la inutilidad de los costes y perjuicios de todo tipo que ha ocasionado, respecto a los cuales la fundación reitera su reserva expresa de aciones", dice el comunicado de la fundación, que añade que la institución "se alegra" de que "se ponga fin a una polémica absurda y artificial".

"Próximamente se restituirán los restos mortales de Salvador Dalí. Se informará oportunamente cuando hayan sido reubicadas", puntualiza la institución. El abogado de la demandante, Enrique Blánquez, ha declarado em cambio a este diario que aún se le ha notificado el resultado de las pruebas.

LA EXHUMACIÓN

El pasado 20 de julio, técnicos del Institut de Medicina Legal i Ciències Forenses de Catalunya extrajeron muestras biológicas del cadáver de Salvador Dalí después de exhumar el cadáver de su sepulcro en el Teatre-Museu Salvador Dalí de Figueres por oden de la juez. La Fundació Gala-Dalí reclamó a la juez que se evitase esta acción realizando antes análisis de ADN del cadáver del padre legal de la denunciante para descartar la hipótesis de la paternidad de Dalí y evitar la costosa operación, pero esta denegó su petición. Los responsables de la gestión del museo y del legado de Dalí anunciaron que reclamarían que la denunciante pagase las costas del proceso si, como daban por evidente, se demostraba que su reclamación no tenía ninguna base.

UNA RELACIÓN CLANDESTINA NO DEMOSTRADA

La denunciante, en caso de que se reconociese su supuesta filiación, anunció que emprendería un segundo proceso para reclamar la legítima de la herencia del pintor, que alcanzaría el 25% del patrimonio legado al Estado español y gestionado por la Fundació Gala-Dalí.

Pilar Abel aseguró que había existido una relación clandestina entre Salvador Dalí y su madre, entonces empleada doméstica de una familia vecina en Cadaqués del pintor. Según explicó, varios testimonios han certificado que Dalí pagaba a un trabajador de un colmado para que le mantuviese al corriente del estado de su hija, y que cuando se cruzaba por la calle con su madre, llevándola a ella en cochecito, le preguntaba «¿Es mi hija Pilar?». Una relación, antes y después del nacimiento de la demandante, que no encaja demasiado con el concepto de paternidad del artista ni con su sexualidad.