El humorista Ángel Garó seguirá en Gran Hermano VIP, al menos hasta que lo quieran los espectadores. Un juzgado de Málaga lo ha absuelto del delito de lesiones del que lo acusaba su expareja sentimental tras una discusión en el domicilio del artista, y por el que la fiscalía le pedía 20 meses de cárcel y dos años de prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima. Entiende el juez que el denunciante «ha incurrido en numerosas contradicciones» y ante la falta de testigos, se aplica el principio jurídico de beneficiar al acusado.

Garó tuvo que hacer un parón en el reality de la cadena Telecinco para acudir a declarar al juzgado, rodeado de un equipo de la emisora y con cascos para no recibir información del exterior. Allí reconoció que tuvo una discusión con la víctima, pero negó forcejeo alguno. Tampoco que le tirara por la escalera causando las lesiones que denunció el hombre, quien en su declaración -protegido tras un biombo para no encontrarse ni ver al humorista-- aseguró que en el tiempo de relación «siempre era lo mismo». «Primero me pegaba y luego me pedía perdón».

CONTRADICCIONES / Sin embargo, el juez de lo Penal 5 de Málaga sostiene ahora en su auto que el denunciante incurre en «numerosas contradicciones e imprecisiones que no permiten esclarecer ni concretar con claridad lo ocurrido», ya que incluso en el juicio se reseñaron circunstancias que no habían sido mencionadas en la declaración inicial ante la Policía ni ya ante el juez instructor. Y recoge que el propio médico forense testificó que las lesiones del denunciante eran compatibles «tanto con un empujón intencionado como con una caída accidental por las escaleras».

El auto señala que, ante la falta de testigos, no se pueden dar por probados ni el contenido de la discusión entre la entonces pareja ni si el acusado «empujó, golpeó o forcejeó» con el denunciante, ya que «no concurren los requisitos exigidos jurisprudencialmente para conceder plena credibilidad y solidez a su testimonio». De ahí que, al contar como único elemento probatorio de las versiones contrapuestas de ambos, el juez haya optado por aplicar el principio jurídico de «in dubio pro reo», absolviendo a Garó.

No obstante, la sentencia no es firme y puede ser recurrida ante la Audiencia Provincial de Málaga en el plazo de 10 días.

La discusión sobre la que se ha juzgado al humorista tuvo lugar la noche del 24 de mayo del 2017 en la vivienda que el cómico posee en el centro de Málaga, donde un grupo de amigos se reunió para cenar. Según aseguró Garó, después de varios rifirrafes durante la velada, le pidió a su expareja que se fuera a su apartamento a dormir. El joven se marchó, pero regresó poco después porque había olvidado las llaves de su casa.

El humorista le tiró las llaves por la ventana, pero el denunciante volvió a entrar en dicho piso y se produjo una nueva discusión con forcejeo que acabó, según el denunciante, con él cayendo por las escaleras tras un empujón. El parte de lesiones aportado en la causa señala que presentaba policontusiones y un esguince de tobillo.