Ya hay temazo para la nueva cita de la moda en el MET de Nueva York, el sarao que cada año organiza Anna Wintour. Y esta vez promete dar mucho juego. La editora del Vogue estadounidense, aquel diablo vestido de Prada, llevará una parte del Vaticano a Nueva York para explicar la influencia católica en la moda.

El Museo Metropolitano de Arte expondrá como gran reclamo 40 vestimentas litúrgicas y también otros objetos únicos, como mitras adornadas con joyas y tiaras papales históricas en la exposición que han llamado Cuerpos celestiales: la moda y la imaginación católica. Ese será también el code dress, el código de vestimenta de los invitados de relumbrón que acudan a la inauguración. La anterior gala estuvo dedicada a Rei Kawakubo, la diseñadora de Comme des Garçons, con la cantante Rihanna de madrina de excepción. La presentación de este acuerdo cultural ha tenido como escenario Roma y allí estuvo también la diseñadora Donatella Versace, que por cierto ideó hace unos años una colección masculina inspirada en el apuesto secretario del papa Benedicto XVI, monseñor Georg Gänswein, con alzacuellos y todo.

TESOROS VATICANOS / Según varios medios italianos, la iniciativa ha partido del propio Vaticano, en concreto del presidente del Consejo Pontificio para la Cultura y de la Pontificia Comisión de Arqueología Sagrada, el cardenal italiano Gianfranco Ravasi. Esta será la primera vez que algunos de los tesoros más preciados del Vaticano, procedentes de la sacristía de la Capilla Sixtina, sean presentados fuera de la Santa Sede. Junto con esos tesoros papales, la exposición incluirá otras piezas medievales y trajes de diseñadores más recientes como el Azzedine Alaïa,recientemente fallecido, Gianni Versace o la siempre irreverente Vivienne Westwood.

«Algunos considerarían la moda un medio inadecuado, poco apropiado o incluso frívolo con el que involucrarse con ideas acerca de lo sagrado o de lo divino. Pero el vestido es básico para cualquier debate sobre religión. Afirma lealtades religiosas y, por extensión, afirma diferencias religiosas», explicó el comisario de la exposición, Andrew Bolton.

Según los organizadores, la exposición será una «peregrinación» que mezcla moda, fe y arte. Para verla, habrá que esperar a mayo.