El atrevimiento, colorido y originalidad de hombres como Chadwick Boseman o Jason Momoa eclipsaron este domingo a una elegantísima Charlize Theron con un modelazo azul celeste en la alfombra roja de la 91ª edición de los Oscar en la que por primera vez la vestimenta masculina ha superado a la femenina.

Aunque el protocolo deja poco imaginación al hombre para ser creativo, ellos se enfundaron sus mejores galas para una noche que comenzó con la actuación de Adam Lambert quien recordó a Freddie Mercury con We Will Rock You.

La mayoría de los hombres eligieron su vestuario con tino, querían despuntar y brillar. Uno de los estilismos más comentados y arriesgados de la noche fue el de Billy Porter, que apareció con un esmoquin de terciopelo negro y falda de gran volumen, camisa blanca con puños plisados y aderezado con una vistosa pajarita, que dejó a muchos con la boca abierta. Un modelado romántico firmado por Christian Siriano.

El más elegante de la noche fue Chadwick Boseman, siempre fiel a Givenchy lució un esmoquin estallado de lentejuelas y camisa negro con larga lazada, un dandy.

Mark Ronson, remarcó la elegancia británica con un esmoquin negro, ribeteado en blanco, de tendencia pijama, uno de los mejor vestido de la noche junto a Richard E. Grant, elegancia en estado puro con un esmoquin de terciopelo granate, pantalón negro y pajarita.

EL ESMOQUIN ROSA DE JASON MOMOA

Del terciopelo al satén o modelos de inspiración vintage coloreados en tonos negros o azules o verdes han sido algunas de las opciones masculinas más llamativas de esta edición, en la que Jason Momoa, con un esmoquin rosa empolvado, y su mujer Lisa Bonet fueron una de las parejas más cool.

Stephan James apareció con un esmoquin de terciopelo rojo y botines blancos. Otro de los estilismos más comentados fue el del estilista de celebrities Brad Goreski que acudió a la cita con un esmoquin bicolor en blanco y negro, camisa blanca y zapatos con lazada de Louboutin.

Javier Barden y Ryan Seacrest prefirieron añadir notas más vanguardistas a un esmoquin más tradicional. El español apostó todo al negro con un modelo tornasolado y el americano se decantó por un diseño con flores brocadas en granate y negro.

Otros actores como Diego Luna, Williem Dafoe, Viggo Mortensen o Bradley Cooper prefirieron no arriesgar y apostaron por el clásico esmoquin, aunque esta prenda no a todos sienta igual.

Impecables resultaron Henry Golding, que domina esta prenda como nadie y Rami Malek, que dejó a una lado la estética gay de Bohemian Phapsody y brilló con uno clásico.

Entre los peores vestidos, Spike Lee, nominado al mejor director por Do the Right Thing que decidió romper moldes con un traje de chaqueta morado, camisa azul añil, deportivas doradas y gorra con visera de charol negro.

Siguiendo esa estela, Pharrell Williams que llegó al teatro Dolby con un traje de chaqueta con pantalón corto de estampado de camuflaje, calcetines blanco, zapato negro, una estética de uniforme a medio camino entre las fuerzas armadas y el colegio.