Protagonista durante décadas de escándalos y excesos, el diario 'Kronen Zeitung' ha publicado que Ernesto de Hannover, el exmarido de Carolina de Mónaco fue arrestado este lunes en su casa de montaña en Grünau im Almtal, en Austria.

Según el citado medio, en torno a las cinco de la tarde de este lunes varios policías rodearon el pabellón de caza en el que vive el príncipe, de 66 años, en el estado de Alta Austria, a poca distancia de las fronteras con Salzburgo y Estira, para arrestarlo por "amenazas peligrosas, así como de daños materiales y coacción". El tabloide asegura que el tribunal de la ciudad de Wels emitió la orden de arresto después de que el matrimonio que trabaja para él denunciara que Hannover los coaccionó y amenazó peligrosamente.

A parecer el jefe de la casa de Hannover advirtió al matrimonio de empleados que "o se acercaban sigilosamente o les enviaría una banda de matones", según la publicación que destaca que el aristócrata arrancó una señal de tráfico y rompió una ventana.

LARGO HISTORIAL DE ESCÁNDALOS Y AGRESIONES FÍSICAS

Hubo un tiempo en el que poco se sabía de la vida de Ernesto de Hannover, sin embargo, en los últimos meses su presencia ha sido constante en la prensa, siempre relacionado con problemas con la justicia. Todo comenzó en la noche del miércoles 15 de julio cuando Hannover estaba en su residencia de Austria y llamó a los servicios de emergencia. Según confirmaron las autoridades de Alta Austria a los medios locales, el alemán pidió ayuda alegando que alguien quería matarlo.

La policía aseguró que cuando llegó a la casa del príncipe este se comportó de modo agresivo con ellos, los atacó físicamente y amenazó con un cuchillo. Hannover entonces tuvo que ser llevado a la fuerza a una clínica, donde se le realizó un examen psiquiátrico y permaneció unos días en observación. Al ser puesto en libertad, el alemán quiso dar su versión de los hecho y concedió una entrevista 'Kronen Zeitung'. Según él, sufrió una hipoglucemia y por eso llamó a los servicios de emergencia.

"Dije que debían darse prisa porque me sentía muy mal. Pero no sé por qué vino la policía", explicó Hannover. Según él, los agentes le atacaron sin motivo. Él negó las acusaciones y amenazó con denunciarlos. Sin embargo, el conflicto no quedó aquí. Días después Hannover volvió a protagonizar otro altercado violento: según consta en las denuncias interpuestas por los funcionarios, Hannover quiso vengarse fue a por ellos mientras dirigían el tráfico y desde su coche los insultó e intentó golpearles con un bate de béisbol.