Los contribuyentes canadienses han estado pagando la seguridad de los duques de Sussex y su hijo Archie desde que visitaron Vancouver en noviembre, un gasto con el que ya no van a tener que correr a partir del 31 de marzo, cuando el príncipe Enrique (35) y su esposa, la actriz estadounidense Meghan Markle (38), pierdan su estatus de miembros de la familia real británica, y el 'Megxit' se haga efectivo.

La decisión del Gobierno de Justin Trudeau se ha hecho efectiva a través de una nota enviada a la CBC News, en la que se anuncia que en unas semanas la Policía Montada de Canadá (RCMP), que ha estado ofreciendo protección a la familia desde finales de año, cuando pasaron unas vacaciones allí, y más tarde, cuando regresaron al país norteamericano, tras anunciar su deseo de independizarse de la corona británica.

Comunicado del Gobierno

"Los duques de Sussex, que eligieron mudarse a Canadá a tiempo parcial, presentaron a nuestro gobierno un conjunto de circunstancias únicas y sin precedentes. La RCMP ha trabajado con funcionarios del Reino Unido desde el principio con respecto a estas cuestiones de seguridad. Como los duques están reconocidos actualmente como personas protegidas internacionalmente, Canadá tiene la obligación de proporcionarles la asistencia de seguridad. A petición de la Policía Metropolitana, la RCMP ha brindado asistencia desde la llegada de los duques a Canadá de forma intermitente desde noviembre de 2019. La prestación cesará en las próximas semanas, coincidiendo con su cambio de estatus", ha explicado el ministro de Seguridad Pública, Bill Blair, en el comunicado.

El tema de la seguridad del príncipe Enrique y su familia al otro lado del Atlántico ha levantado polvareda en aquel país. Desde que los duques anunciaron que vivirían a caballo entre Canadá y Londres, el presidente Justin Trudeau se mostró solícito a correr con la mitad de los gastos de seguridad. La prensa se le echó encima, pues cifró los costes en 1,7 millones de dólares canadienses (1,2 millones de euros al año). El ministro de Finanzas, Bill Morneau, salió raudo a desmentir tal extremo y dijo que su gobierno "ni siquiera había discutido ese asunto". Con el comunicado de ahora queda claro todo lo contrario.

Que los canadienses no querían pagarles a los príncipes la seguridad quedó claro también porque hasta se hizo una petición que firmaron más de 80.000 personas. Y un sondeo realizado por Angus Reid en enero decía que el 73% de los contribuyentes no querían pagar la seguridad de los duques.