Un informe de la autopsia realizada a la actriz Carrie Fisher, fallecida el 27 de diciembre, revela la presencia en su organismo de cocaína, heroína, metadona éxtasis y otras sustancias, según informa 'Variety'. El forense considera la apnea del sueño como principal causa de la muerte y el consumo de fármacos como factor contribuyente.

Fisher murió el 27 de diciembre, cuatro días después de haber sufrido un paro cardíaco en el vuelo que la trasladaba desde Londres a Los Ángeles. Según la información de 'Variety', el informe revela que la asistente de Fisher, que la acompañaba en el viaje, habría explicado que la actriz estaba despierta al principio del vuelo, pero que durante el mismo sufrió varios episodios de apnea. Al final del viaje ya no pudo ser despertada.

Fisher podría haber ingerido la cocaína tres días antes del vuelo. El informe también señala un probable consumo de heroína, que habrían potenciado los efectos de la apnea. Además de las drogas ilegales, Fisher también estaba tomando Prozac, Abilify y Lamictal bajo prescripción, así como oxicodona sin receta médica. El informe apunta que Fisher tenía antecedentes de trastorno bipolar y una larga historia de uso de drogas.