Custo Dalmau (Tremp, 1959) regresa a Nueva York a la puesta de largo de una renovada colección. La presentó el lunes en un estudio de Chelsea. Son propuestas femeninas muy experimentales que buscan emocionar.

-Este no es un desfile más.

-Este creo que ha sido el desfile número 47 en Nueva York, pero como dice no ha sido uno más. Es muy importante porque abrimos una nueva etapa después de la alianza con el grupo italiano Velmar. Lo he titulado Recién pintado porque entramos en una nueva fase. Son 62 propuestas de verano para una mujer que se siente muy segura de sí misma, que le gusta vestir con riesgo y mucha creatividad, una propuesta muy cercana al lujo.

-Sin renunciar a la mezcla de tejidos y al color.

-Más que el lenguaje gráfico o el lenguaje del color, que por supuesto están, son piezas muy experimentales en las que hacemos especial hincapié en la arquitectura, en las geometrías y en los volúmenes, con cortes, con asimetrías, con aberturas muy especiales. Hemos invertido muchísimas horas de trabajo en cada una de ellas.

-¿Cómo ha quedado la empresa?

-A principio del verano, en julio, firmamos un acuerdo, una alianza con una empresa icónica, muy potente, en el mundo de la moda, Velmar, que el propiedad del grupo Aeffe S.p.A., y propietaria de firmas como Moschino, Alberta Ferreti, con la idea de relanzar Custo Barcelona. En eso estamos.

-¿Esta alianza era vital para mantener la empresa a flote?

-Sí. Llevábamos años buscando un socio estratégico. La industria ha cambiado muchísimo desde que mi hermano David y yo empezamos en esto hace 39 años y estampábamos las camisetas en Mataró. No tiene nada que ver. Y con este paso la parte creativa y la propiedad permanece en Barcelona, pero la producción y la distribución a nivel mundial de las prendas se hará desde Italia. Ahora me toca viajar más a Milán. Pero a nivel personal me he quitado peso de encima.

-En estos momentos lo difícil no es crear, es vender. La frase es suya.

-Sí. Teníamos que renovar nuestra estrategia de mercado. Hoy la moda está dominada por grandes corporaciones, ya no está en manos de pequeñas empresas. Y con esta alianza esperamos actualizarnos. Vamos a reforzar también la parte creativa, el I+D, con gente nueva, más joven.

-¿Cómo se ve eso en la ropa?

-Cuando la necesidad de vestirse está más que cubierta por las marcas que todos conocemos, nuestra oportunidad ahora es hacer algo diferente del resto, con un ADN de mucha calidad, vestidos que estén muy bien pensados y muy bien acabados. Por eso ahora podremos producir estas piezas tan sofisticadas.

-¿Serán más caras?

-Buscamos un público más exigente y todo eso se traducirá también en el precio, sí.

-Reconoce que mucho de lo que ha paseado por las pasarelas no llegaba a las tiendas.

-Lamentablemente eso fue así. Por eso ahora las piezas que creamos en el taller sí podrán tener su reflejo industrial y llegar a las tiendas. Ahora tenemos el socio industrial correcto.

-¿Cuáles son los nuevos mercados donde quieren llegar?

-En una primera etapa hay tres mercados importantes: Italia, Estados Unidos y China. Por eso uno de los objetivos es desfilar cuanto antes en Milán.

-¿Y eso significará que el último desfile en la Fashion Week de Madrid fue el último en España?

-No está decidido que no volvamos a Madrid y Barcelona. La presentación de la colección desde hace 23 años ha sido Nueva York, pero la intención es no dejar de hacer otras presentaciones en el mundo, como hasta ahora.