La justicia sigue su curso en la demanda de paternidad interpuesta por el valenciano Javier Sánchez contra el cantante Julio Iglesias. El juicio fue suspendido la semana pasada para determinar la legalidad en la obtención de las pruebas de ADN, que ha acabado siendo desestimada. Pero el juez ha determinado que el caso no está juzgado todavía, como aseguraban los abogados del cantante, y ha fijado el 4 de julio como nueva fecha de del juicio en la Ciudad de la Justicia de Valencia.

El demandante tiene motivos para estar contento, aunque se haya desestimado la prueba de ADN que se hizo gracias a la ayuda de un detective privado y cuyo resultado confirmaba la paternidad con un 99,9% de fiabilidad. Podría pedir a Iglesias que se someta a una nueva prueba que hasta el momento el cantante ha intentado evitar. Si esto ocurre y el artista se niega, la decisión podría jugar en su contra en una futura sentencia.