Si hace apenas unos días se conocía que la reina Isabel II había minimizado las referencias al príncipe Andrés y a los duques de Sussex en la página web de la Casa Real, ahora es la detención por robo de una empleado de Buckingham Palace que se ha convertido en noticia.

La historia empieza unas semanas atrás cuando se detectaron la desaparición de varios objetos de palacio. Puesta sobre aviso, Scotland Yard, como si de una novela de Agatha Christie se tratara, inició una investigación sobre el personal de servicio que desembocó en la detención de un empleado de 37 años que llevaba seis trabajando para la Reina.

El sospechoso fue detenido en el Royal Mews, lugar de residencia de los trabajadores del Buckingham. No ha transcendido si el ladrón es el mayordomo de palacio, pero sí que se trata de un exoficial de la Royal Navy.

Subasta en eBay

Según el británico diario 'Daily Mail', desde hacía unos días habían desaparecido unas gafas grabadas, marcos de cuadros hechos a medida con el sello del príncipe Harry y material de papelería de Smythson realizado a mano, pero lo que delató al ladrón fue una medalla de la Orden del Baño -una orden de caballería fundada por Jorge I en 1725, que el ladrón había puesto a subasta en el portal eBay por 380 euros.

La medalla en cuestión pertenece al vicealmirante Tony Johnstone-Burt, un alto cargo en la Casa y Real y uno de los hombres de máxima confianza de la Reina. También sería la misma persona con quien se dijo que el príncipe Andrés habría discutido por uso una sala de Buckingham para sus reuniones con emprendedores.

La indiscreción y la poco perspicacia del empleado a resultado fatal para sus intereses, ya que según el mismo Daily Mail el empleado ahora arrestado presumía habitualmente en las redes sociales que visitaba lugares reales como Balmoral y Sandrigham, e incluso colgó las invitaciones a las bodas de Harry y Meghan y la princesa Eugenia y Jack Brooksbank.