Veronica Lario, exesposa de Silvio Berlusconi, no está dispuesta a quedarse sin la millonaria pensión que le correspondía tras su sonado divorcio de Il Cavaliere que se cerró en el 2015. Lario, de 60 años, ha recurrido ante el Tribunal Supremo italiano la sentencia que cancela su pensión de 1,4 millones de euros mensuales y la obliga a devolver el coste total de su asignación hasta el momento, que alcanza los 45 millones de euros.

En su apelación, los abogados de Lario exponen que la que fuera esposa de Berlusconi durante 24 años abandonó a petición de su marido «una exitosa carrera en el mundo de la interpretación para dedicarse por completo a las tareas del hogar y a la educación de sus tres hijos, Barbara, Eleonora y Luigi». Un sacrificio que, según los letrados, se convirtió en una ventaja para Berlusconi, otorgándole «total libertad para continuar con sus labores empresariales y políticas, vendiendo la imagen de una familia feliz que con tanta frecuencia explotó en campaña».

Lario se aferra de esta forma a su última oportunidad de mantener la pensión de 1,4 millones de euros que hasta ahora tenía que pagarle el expresidente italiano, una cifra que él más de una vez calificó de «desproporcionada».

Silvio Berlusconi y Miriam Raffaella Bartolini (el verdadero nombre de Lario) se enamoraron en el 1980, cuando él empezaba su carrera como empresario emprendedor y ella era una joven bailarina. Se casaron por lo civil en el 1990 y se separaron a las malas en el 2009, tras publicarse una serie de fotografías del líder de Forza Italia en una fiesta de cumpleaños de una joven con la que se le relacionaba sentimentalmente. A partir de ese momento, ambos se vieron inmersos en una dura batalla judicial, que ahora podría cerrarse con la decisión del Tribunal Supremo italiano.

Según la revista Forbes, el patrimonio personal del Cavaliere, que tiene 81 años, es de alrededor de 7.000 millones de euros. Berlusconi quiere dejar bien atada su herencia para evitar peleas posteriores entre los dos hijos de su primer matrimonio con Carla Dall’ Oglio: Marina y Pier Silvio, y los tres de su segundo matrimonio con Veronica Lario: Barbara, Eleonora y Luigi. «Seré justo», ha asegurado el magnate. Más ahora, que está resurgiendo a la política italiana.