La duquesa de Alba, Cayetana Martínez de Irujo, ha tenido que ser ingresada de urgencia a última hora de la tarde de ayer en el hospital Sagrado Corazón de Sevilla por una neumonía, derivada de la gastroenteritis, que padecía desde mediados de la pasada semana.

La aristócrata está siendo tratada por sus médicos de confianza y medicada con antibióticos, a la espera del desarrollo de la enfermedad durante las próximas 48 horas. El ingreso de la duquesa se produjo a última hora de la noche en el hospital sevillano, según confirmaron fuentes cercanas a su familia.

Al parecer, desde la semana pasada arrastraba una gastroenteritis que le provocaba vómitos, uno de los cuales se le fue al pulmón provocando una infección. Los síntomas fueron empeorando e incluso los facultativos llegaron a temer una hemorragia interna, que ahora deberá ser confirmada con las pruebas médicas en el hospital.

OTROS ACHAQUES DE LA EDAD

Con 88 años, la duquesa tiene los achaques propios de su avanzada edad, como reconocen sus hijos y su marido continuamente, y aunque su estado es delicado ella sigue haciendo gala de una enorme pasión por la vida y planeando nuevos viajes junto a Alfonso Díez, con quien a comienzos de octubre celebró su tercer aniversario de boda en el palacio sevillano. Si es verdad que ha reducido al mínimo su agenda social, y son muy contados los actos en los que se deja ver.

Prefiere quedarse en casa con su marido y recibir allí a las amistades. Pero el historial médico de Cayetana Martínez de Irujo es largo. En la primavera del 2013, y a causa de una caída fortuita, tuvo que ser intervenida de urgencia en Roma por una rotura de la cabeza del fémur. Llovía sobre mojado, porque en el 2011 otra caída, esta vez en Sevilla le provocó una fisura de pelvis. Ambas dolencias han agravado sus problemas de movilidad, y la aristócrata se veía obligada a desplazarse en silla de ruedas incluso por el palacio de Dueñas, donde ha tenido que instalar un ascensor.

Sin embargo, el mayor sobresalto se produjo en el 2009, cuando se le instaló una válvula con la que mitigar la hidrocefalia que sufre y aliviar la presión craneal. Las revisiones, la última de ellas el pasado mes de junio, confirman que este problema, al menos, está controlad.