La duquesa de Alba, de 88 años, abandonó ayer por la tarde el hospital Quirón Sagrado Corazón, de Sevilla, en el que ingresó por la mañana, para someterse a un chequeo de la válvula cerebral, que se le implantó en el 2009 para mejorar los problemas de hidrocefalia que sufría.

El ingreso de Cayetana Fitz-James Stuart, desató las alarmas debido a su delicado estado de salud, que ha empeorado en los últimos meses. Sin embargo, a la salida de la clínica sevillana, su marido Alfonso Díez, que la acompañó en todo momento, aseguró que todo había salido bien en la revisión y añadió que no saben si tendrán que volver en los próximos días.