Los duques de Sussex, el príncipe Enrique de Inglaterra y Meghan Markle, han puesto fin a su desenfadado viaje oficial de tres días a Marruecos en Rabat, la capital del reino aluí. Allí, el matrimonio ha visitado la Federación Real Ecuestre de la ciudad, y también ha presenciado una demostración culinaria del conocido chef Moha y paseado por el jardín andalusí de la Alcazaba de los Udayas. La duquesa de Sussex finaliza este viaje que comenzó justo después del costoso baby shower en Nueva York, celebrado en su honor por el embarazo de su primer hijo.

En su visita a la Federación Real Ecuestre, la pareja ha protagonizado unas tiernas imágenes junto a los caballos del establo, con los que después ha participado en una sesión de equinoterapia, pensada para mejorar la calidad de vida de las personas discapacitadas en este centro. Ambos han mantenido conversaciones con los instructores del lugar y también han escuchado los testimonios de algunos jóvenes en riesgo de exclusión que se benefician de ello.

Los duques también han presenciado una demostración culinaria de Moha, un conocido chef marroquí. Markle ha dado a entender que quiere volver para que el chef cocine para toda la familia. Por último, la pareja ha recorrido los jardines de la Alcazaba de los Udayas, lugar en el que se han acercado a unos puestos artesanales variados en los que han recibido varios regalos de parte de los comerciantes, entre ellos, un vistoso colgante para la duquesa.

Los duques de Sussex parecen haber seguido la estela del rey Felipe VI de España y la reina Letizia, que habían visitado Rabat pocos días antes. A su llegada a la ciudad, sus majestades fueron recibidos por el rey Mohamed VI. Incluso hay quien ha señalado el parecido entre el atuendo de gala lucido por la duquesa de Sussex y el que también portaba de doña Letizia.